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Miércoles 26 de marzo, 2025.

Red de corrupción en Secretaría de Seguridad facilitaría equipos a delincuentes para estar alerta y seguir impunes

Esto permitiría a grupos delictivos conocer con precisión los movimientos operativos y las estrategias implementadas por las fuerzas del orden

Elena Ruvalcaba | agendatlaxcala | 903 lecturas | 0 comentarios

Red de corrupción en Secretaría de Seguridad facilitaría equipos a delincuentes para estar alerta y seguir impunes

El reciente ataque a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en Zacatelco no es un incidente aislado, sino el reflejo de una crisis institucional profunda que amenaza la seguridad de todos los tlaxcaltecas.

Lo ocurrido en el barrio de Xitototla, mismo lugar donde el año pasado dos policías perdieron la vida tras ser linchados por pobladores después del asesinato de un taxista, revela las graves fisuras en el sistema de seguridad estatal.

Según información proporcionada por policías estatales que solicitaron el anonimato, existiría una red de corrupción que opera desde el interior de la propia SSC. 

Serían funcionarios de alto nivel quienes estarían facilitando el robo de radios de comunicación Matra y otros equipos tácticos, permitiendo a grupos delictivos conocer con precisión los movimientos operativos y las estrategias implementadas por las fuerzas del orden.

"Nos ponen como corderos al matadero", comentó uno de los elementos policiacos.

Y agregó: "Hay quienes desde adentro están coludidos con los maleantes. Por eso cuando realizamos operativos, los delincuentes ya saben por dónde moverse para evitar ser capturados".

El caso reciente es alarmante: los oficiales Rodolfo A. y Gabriel C. realizaban su patrullaje rutinario cuando fueron interceptados por sujetos armados que, sin mayor resistencia, los despojaron de sus armas Prieto Beretta, un radio Matra, credenciales oficiales y teléfonos celulares.

Lo que resulta más inquietante es la facilidad con la que los criminales operan en zonas supuestamente vigiladas.

El estado ha invertido millones de pesos en sistemas de videovigilancia que cubren prácticamente todo el territorio estatal, pero estos recursos parecen ser inoperantes ante la realidad criminal. ¿De qué sirve tener cámaras si no hay voluntad para actuar?

Las estadísticas hablan por sí solas: de los homicidios, robos y secuestros ocurridos en el estado en los últimos meses, prácticamente no hay detenidos. Esta impunidad sistemática no puede explicarse únicamente por ineficiencia operativa; hay elementos para sospechar de complicidades internas que obstaculizan deliberadamente las investigaciones.

La sustracción de equipos de radiocomunicación no es un botín cualquiera, pues estos dispositivos permiten a los grupos delincuenciales monitorear en tiempo real las comunicaciones policiales, anticiparse a operativos y evadir la acción de la justicia. Es una ventaja estratégica que explica, en gran medida, por qué los criminales parecen siempre un paso adelante.

Mientras las autoridades estatales continúan presumiendo avances en materia de seguridad, la realidad en las calles es muy distinta. Los policías honestos, que son mayoría, se encuentran desprotegidos, no solo ante los delincuentes, sino también frente a sus propios compañeros y superiores que podrían estar comprometidos con intereses criminales.

El caso de Zacatelco debe ser una llamada de atención urgente. No basta con reforzar el equipamiento si no se depuran las corporaciones. La corrupción interna es el verdadero enemigo a vencer. De lo contrario, seguiremos presenciando incidentes como este, donde los guardianes del orden son vulnerados con alarmante facilidad mientras los criminales operan con total impunidad.