Fe de ratas

La corrupción es inocente

José Javier Reyes

Así  es la gente de malagradecida: luego de que gracias a la corrupción podemos librarnos de una multa de tránsito, comprar una película de estreno a 10 pesos o 3 por 25, o adquirir gasolina de a 10 pesos por litro con los huachicoleros, le queremos echar la culpa de todos los males de este país. Bien hizo el presidente Peña Nieto, que vaya si conoce del tema, en fustigar a quienes de todo quieren señalar  a la corrupción: socavones, derrumbes y hasta semáforos descompuestos.

Sus palabras deberán figurar con letras de oro: "políticamente alguien dirá que es incorrecto, pero es donde yo encuentro a ver discrepancias (sic). A cualquier cosa que ocurra hoy en día es por la corrupción, si ocurre un choque en la esquina, 'ah, es la corrupción'. ¿Quién compró el semáforo que no funcionaba? Hemos tenido los ejemplos de los socavones, pues a ver, pasan en todo el mundo. Ahora vimos estos sismos y detrás de cada evento, quieren encontrar un responsable y siempre es decir: es la corrupción". 

Tal vez tenga razón el presidente y nuestra memoria sea muy endeble. Pero no recordamos así a bote pronto ninguna obra en el mundo que a dos meses de inaugurada se haya hundido con tan funestas consecuencias. Sobre todo, cuando desde nueve meses antes se hicieron advertencias sobre su defectuosa construcción. Como resultado de lo anterior, las familias de las personas muertas en el hundimiento demandaron a SCT y legisladores federales hicieron lo propio con el gobernador de Morelos, Graco Ramírez.

Y aunque no hay nadie tan tonto que diga que los sismos son culpa de la corrupción, sí existe una demanda penal en contra de la directora de la escuela Enrique Rébsamen, Mónica García Villegas, por haber presentado un permiso de uso de suelo falso y el homicidio culposo de 26 personas, 19 niños y 7 adultos, que murieron por el colapso de uno de los edificios del plantel por el sismo del pasado 19 de septiembre. No quisiéramos ser reiterativos, pero éstas y otras muertes son atribuibles a la corrupción. El hecho de que mucha de la ayuda para los damnificados no haya llegado a sus manos también es resultado de lo mismo.

Y ya que el propio presidente mencionó que durante su administración varios actores políticos han sido presentados ante la justicia, entre los que se encuentran algunos de los gobernadores que él mismo saludó al inicio de su administración como integrantes del “nuevo PRI”, es de notar que en el caso de Veracruz el actual mandatario Miguel Ángel Yunes Linares ha señalado que la precaria condición en que encontró al estado costero se debe a las avezadas maniobras de su antecesor, Javier Duarte de Ochoa.

De manera que a pesar de la sentida queja de Peña Nieto, la gente seguirá culpando de todo lo malo a la corrupción. Y lo más probable es que tengan razón.