Fe de ratas

Para qué sirve el salario mínimo

José Javier Reyes

¿Para qué sirve un salario mínimo? Para muchas cosas, en realidad. Antiguamente servía para medir una multa o penalidad, pero desde 2016 fue desvinculado de estos usos legales. Sin embargo, hay muchos contratos y convenios que siguen usando las Veces Salario Mínimo (VSM) como referencia, aunque algunos optaron por la Unidad de Medida y Actualización (UMA). Como el incremento al Salario Mínimo suele ser mayor que el incremento que sufre la inflación, algunos acuerdos pueden ser referidos al Índice Nacional de Precios al Consumidor. Los saldos de las hipotecas, créditos y compromisos financieros  entran en este supuesto.

A su vez, los salarios mínimos general sirven para fijar el Salario Mínimo Profesional, que casi siempre ronda las 2.5 veces de aquél. Por ejemplo, hoy que el salario mínimo alcanza la cifra de  $ 2,650.00 pesos al mes, el mínimo profesional ascendería a $ 6,627.00. Esto es un cálculo aproximado pero no lejano a la realidad.

Sirve también para hacer campaña política. Cada administración presume del gran impulso que ha dado a este índice y todos los partidos de oposición se le van encima diciendo que no sólo es insuficiente sino indignante, ofensivo y una larga serie de adjetivos, ninguno elogioso. Otros prometen incrementarlo en forma sorprendente y maravillosa. Los mayores recordarán una campaña famosa, “Salario mínimo al presidente, para que vea lo que se siente”.

Funciona para hacer anuncios espectaculares. Como el más reciente que hiciera el presidente Enrique Peña Nieto, donde celebró su más reciente aumento: “A partir de un trabajo formal, queremos que más mexicanos gocen plenamente de sus derechos y que estén mejor protegidos ante situaciones que puedan afectar su economía familiar. Pero también queremos que su trabajo se traduzca en una remuneración digna y justa. Por eso celebro que esta mañana el consejo de representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, Conasami, haya decidido incrementar el salario mínimo de 80.04 centavos… pesos, 80.04 pesos, a 88.36 pesos.” El tropiezo presidencial es un producto colateral que dará para algunos memes y videos chuscos, pero no es culpa directa del salario mínimo.

También es útil para hacer chistes: qué se puede comprar con el incremento de ocho pesos diarios, si ganar 88.36 pesos diarios es “digno y justo”, que Peña Nieto qué sabe de eso si él no es “la señora de la casa” y una larga fila de bromas, algunas tal vez buenas.

Para lo único para lo cual no sirve, es para vivir. No hay una persona y menos aún una familia que pueda pagar casa, comida, transporte y ropa con 600 pesos a la semana. Lo saben los siete millones de mexicanos que tienen ingresos de ese orden. Lo saben quienes tienen que recurrir a la economía informal, al reciclaje de basura y las ventas de todo tipo para subsistir. Y, aunque lo celebre, lo sabe el propio presidente. Hasta él lo sabe.