Alberto Méndez Aguilar

Entre votos y recortes

Si fuera por las propuestas económicas que defiende  cada partido para la elección de junio próximo, el PRI ya podría dar por perdida la batalla.

El secretario de Hacienda, Luis Videgaray,  ha planteado la ruta que el gobierno federal y su partido han diseñado para los mexicanos en los años por venir: recortes y más recortes.

Lo ha dicho sin ambages en su más reciente aparición y  argumentó que la caída de las ventas petroleras y el entorno deprimido a nivel global hacen inevitable la medicina que ya conocemos y que se asocia a los gobiernos del PRI.

Apenas al comienzo del año, el mismo Videgaray anunció ya un recorte al presupuesto del 2015, un ajuste de 124 mil millones de pesos, equivalente al 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto. Y advirtió que la “inercia” en la confección del presupuesto anual para 2016 sería modificada. En buen romance esto quiere decir que la burbuja financista ya no tomará en cuenta la base anual sobre la que se ajustan revisiones de ingresos y egresos sino que establecerá prioridades, vale decir, hará una rasurada a fondo.

En su más reciente aparición, el secretario ha ido más lejos: los recortes deberán mantenerse por varios años pues la economía debe subsistir contra la pérdida de ingresos petroleros y la baja mundial, principalmente.

Don Videgaray hace caravana con sombrero ajeno. Advierte que será el propio gobierno el que “tendrá que apretarse el cinturón”, frase que suena a música en los oídos de quienes achacan a la burocracia todos los males de este país y a los que vociferan para que el gobierno sea eficiente. . . despidiendo a sus trabajadores.

En el gobierno federal trabajan –bien o mal-  más de 1 millón y medio de personas. Ese sector ya estará pagando a estas horas el primer recorte pues del total de ingresos que el gobierno federal dejará de recibir, más de la mitad, el 65 por ciento, pega al gasto corriente, es decir a la operación cotidiana de secretarías y dependencias varias. Los trabajadores de esas áreas son los que deberán apretarse el cinturón. Los trabajadores VIP seguirán volando en helicópteros..

Don Vide, además, sabe en dónde dice estas cosas: ante los empresarios inmobiliarios, no ante ciudadanos anónimos, organizaciones de colonos o sociedades de padres de familia. Estos ya se enterarán, de cualquier modo.

En medio de la boruca fabricada por tantas “noticias” como el gol del “chicharito”, la captura de importantes narcos y la violencia en Tamaulipas; el robo de material tóxico y al rapto de la jovencita Alondra, el tétrico anuncio del gobierno federal sobre los próximos años de recorte que vienen, pareciera que nos agarra como si nada. Es grave el tema, sin embargo.

En el contexto preelectoral que vivimos esto no sólo es un mal augurio sino preciada munición para los adversarios del partido tricolor. Ninguna promesa de campaña, como las del Verde, aliado del PRI, en favor de los animalitos del circo o los vales de medicina o de cadena perpetua contra secuestradores podrá maquillar esta amenaza  que, claramente, afectará a la mayoría de los ciudadanos.

Según datos del Observatorio económico México ¿cómo vamos? Metas para transformar el país, durante los dos primeros años del actual gobierno prácticamente no se movieron variables como la generación de empleo formal, crecimiento económico, productividad, fomento a las exportaciones.

Se agravó, eso sí, un poquitín, la inflación, con una tasa de 4.1 por ciento. La deuda pública, en contraste, creció de 6.7 a 14.1 por ciento.

Y en relación a  la vida real, el mismo Observatorio apunta que “en 2014 el porcentaje de personas que no pueden comprar la canasta alimentaria con su salario, pasó de 51 a 53 por ciento “la cifra más elevada que se tiene desde que en 2005 CONEVAL comenzó a medir este indicador”.

El diagnóstico es que, por lo menos, la economía tiene un funcionamiento insuficiente para las necesidades de este país.

No obstante el gobierno no se cansa de asustarnos: “gastar menos y gastar mejor en beneficio de la economía de las familias será la premisa en 2016”, dijo el secretario.

Con mucho humor negro, Don Vide nos advierte también que en este trance de  “reingeniería” presupuestal, el gobierno federal será asesorado por el Banco Mundial. Ni más ni menos.