*Isidro Sánchez Piedra

Ante gobiernos partidistas fallidos, gobiernos ciudadanos

El sistema político mexicano desde hace muchísimos años debería haber reflexionado y cambiado el rumbo de sus decisiones y acciones, muy alejadas de la realidad, y de las necesidades auténticas y legitimas del pueblo de México.

La violencia física, económica, cultural y de inseguridad que padecemos las habitantes de este país, son responsabilidad absoluta de quienes por muchos años han gobernado nuestro país, y de caciques de la región que incrustados en el poder de decisión y absoluto, cometen un sin fin de atrocidades disfrazadas de buenas acciones pero que en la realidad son acciones que mantienen al pueblo como sus peones acasillados, explotados, oprimidos, en los campos de cultivo, en las universidades, en el sector público y privado, con el único objetivo de salvaguardar sus ilegítimos intereses aun pisoteando su propia dignidad, y hay de aquel que no cumple los caprichos y designios de un cacique, lo mantienen marginado y explotado hasta que se cansa y se va en busca de otro empleo que quizás sea igual o peor de explotado, pero al fin de cuentas no hay opción, en donde quiera que baya el ciudadano en cualquier parte del mundo, este será utilizado y explotado, y sus derechos constitucionales y universales violentados por el estado; Las fuentes de empleo llegan poquitas y se van muchas, no resolviendo en lo absoluto la problemática nacional, siendo este rubro la opción de una productividad en donde todos ganan, ya que al producir se genera riqueza misma que puede y debe ser distribuida en forma equitativa entre todos los mexicanos(as)

En el sector público todos los gobiernos sin excepción en lugar de promover el empleo solo piensan en obtener más y más ganancias reduciendo sustancialmente la planta productiva de las y los trabajadores, pero además hacia los municipios conminar y en su caso obligar a promover fuentes de empleo, pero al contrario simulan reducir la plantilla laboral para despedir injustificadamente a miles de trabajadores con tal de acomodar a los incondicionales y recomendados, provocando los dolorosos y necesarios laudos laborales, pues el estado al pagarlos lesiona gravemente los programas y proyectos de desarrollo comunitario que se agendan cada año, mismos que ya de por si cada año se reducen y aumentan sus requisitos para que sean muy pocos o casi ninguno el que acceda a beneficiarse de estos programas que son la única vía de distribuir parte de los recursos públicos que debemos la gran mayoría de mexicanos disfrutar, violentando con estos actos los artículos 1 y 5 constitucional.

Recuérdenlo gobierno e iniciativa privada, si al trabajador se le garantizan todas sus percepciones económicas y sociales, los mismos producirán más, faltaran menos a sus fuentes de empleo y tendrán menos retardos, pues el incentivarlos les animara a ser cada día más productivos, más responsables y cuidaran de su empresa e instituciones como si fueran de su propiedad.

Como el electorado mexicano ya les otorgo a los servidores públicos del gobierno actual vía confianza y por décadas el voto popular, pero nunca supieron valorarlo y como consecuencia se formó una camarilla burgués, corrupta y corruptora de unos cuantos, y estos son los que deciden los destinos de todo un país; hoy mediante esta tribuna reiteramos al pueblo de México la necesidad de fortalecer a los ciudadanos independientes que desean gobernar a nuestro país bajo un rumbo de oportunidades para todos, démosles un voto de confianza a las candidaturas independientes (ciudadanas) donde se podrán postular los mejores hombres y mujeres del país mediante el cumplimiento de mínimos requisitos sin estar afiliados a ningún partido, ni mucho menos comprometidos con los intereses individualistas de los partidos políticos y del gobierno actual, su compromiso será para con toda la nación, empezando por garantizar el efectivo disfrute de los derechos humanos para con los sectores más vulnerables y de extrema pobreza; dichos candidatos independientes tendrían como base promover la justa distribución de la riqueza y el disfrute de los bienes nacionales para todos y cada uno de los ciudadanos mexicanos.

*Defensor de Derechos Humanos