*Isidro Sánchez Piedra

¿Nuestros impuestos están trabajando? ¿Para quién?

Estamos a punto de cumplir diez meses del presente año y las manifestaciones de todo tipo y con toda desesperanza se han incrementado en varios estados de la república y el Distrito Federal, hemos podido observar con mucha preocupación como en el Distrito Federal se dilapidan millones de recursos públicos en armamento e infraestructura policiaca militar, (muros metálicos en cadena) instrumentos que son utilizados para reprimir y detener a los miles de manifestantes, violentando el estado los derechos constitucionales de Libre manifestación, de Libre Tránsito y el derecho al Trabajo, ocasionando con estos actos perdidas millonarias y un caos que daña a millones de mexicanos tanto física, moral y económicamente.

Se ha puesto a pensar amable lector cuantos miles de millones gasta el gobierno federal y el de cada uno de los estados de la república en el rubro de seguridad pública al servicio de ellos mismos porque la seguridad para la población no la hay  y nunca la ha habido, nuestras instituciones públicas están secuestradas y en manos de delincuentes de cuello blanco los que roban miles de millones de pesos a través de los cargos públicos más relevantes, a quienes cuando los descubre la población son exonerados y premiados por los que manejan el sistema político mexicano.

En el estado más pequeño de la república mexicana Tlaxcala, no nos escapamos de estos y otros fenómenos cuando los distintos sectores por no encontrar respuesta adecuada y oportuna a sus demandas sociales y económicas de parte de sus autoridades, ejercen el derecho de manifestación pues los elementos de seguridad pública por instrucciones del Titular del Poder Ejecutivo de inmediato se movilizan para dar seguridad y protección a los servidores públicos que a diario violentan el estado de derecho, quienes hacen leyes a modo y casi siempre para proteger sus propios intereses nunca los intereses de los distintos sectores de la población, leyes que nunca son consensadas con la población a la que pretenden imponérselas, y todavía peor leyes que ellos hacen para violentarlas porque sus actividades siempre están al margen de la ley, son sus acuerdos cupulares los que se ejecutan a través de sus actividades y dichos acuerdos casi siempre tienen consigna de los que dirigen políticamente el estado; por ejemplo en el Congreso del Estado Libre y Soberano de Tlaxcala a inicios de la presente legislatura LX que está por concluir en el mes de diciembre entregamos cuatro propuestas de reformas y adiciones a diversas leyes con el objetivo de que en el estado gobernantes y gobernados estuviéramos dentro del marco de nuestras leyes de los tiempos actuales sin embargo nuestras propuestas fueron a parar al congelador de la Comisión de Puntos Constitucionales, Gobernación y Justicia, y Asuntos políticos, donde su presidente es el Diputado Silvestre Velásquez Guevara, y ahí junto con muchas otras propuestas ciudadanas duermen el sueño de los justos, ya que históricamente esta Legislatura es la que más rezago legislativo ha generado en los últimos 20 años, una muestra de que los intereses legítimos del pueblo tlaxcalteca son pisoteados, soslayados y violentados por los tres niveles de gobierno, y con estas acciones unilaterales todavía pretenden que el pueblo este como si nada pasara; incluso hace algunos días toda la ciudad capital de Tlaxcala fue secuestrada y sitiada por la Secretaría de Seguridad Pública del estado dirigida por Orlando May Zaragoza Ayala, y el día viernes 25 de Octubre nuevamente es secuestrada y sitiada la ciudad capital ahora con el pretexto de la Inauguración de la Feria de Todos los Santos, sin previo aviso ni justificación, pues en lugar de celebrar estos actos por las calles menos transitadas de la ciudad bloquearon todas las entradas y salidas sin poder circular ningún vehículo ni particular ni de servicio público, como evitar que cualquier hijo de vecino cierre calles y privadas con un sin fin de argumentos fuera de toda lógica y sin justificación si el mismo gobierno que es el encargado de evitar tropelías a diario las está cometiendo utilizando toda una infraestructura y recursos públicos que deberían de ser destinados para brindar más y mejores servicios, mismos que solo son utilizados para comportarse como bandoleros sin causa, URGE una renovación moral en todos los ciudadanos que aspiren legítimamente ocupar un cargo público de menor y mayor jerarquía en el gobierno del estado de Tlaxcala, de lo contrario estaríamos condenados al exterminio total pues cada bandolero que llega al poder se la pasa los tres o seis años tratando de engañar a más de un millón de habitantes de los 60 municipios del estado, y esto debe de terminar el día de hoy dando paso y fortaleza a hombres y mujeres de pensamiento libre que deseen y puedan incursionar próximamente en los cargos de elección popular, ya es tiempo de que los ciudadanos distintos a los de siempre nos representen y puedan gobernar para todos los sectores sin exclusión.

*Defensor de Derechos Humanos