Isidro Sánchez Piedra

Defensor de Derechos Humanos

Las y los mexicanos no podemos permitir que continúen perpetrándose por el gobierno de nuestro país actos de Genocidio como los que ocurrieron el pasado viernes 26 de septiembre del año en curso, en el municipio de Iguala, estado de Guerrero; donde policías municipales y miembros del crimen organizado conocido como Guerreros Unidos, asesinaron a 3 jóvenes estudiantes, a 1 niño, a 1 mujer y un chofer de autobús, además de secuestrar a 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que ese día hicieron uso de su derecho a manifestarse.

A seis días de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se confirma por las autoridades del estado de Guerrero, haber encontrado en 6 fosas clandestinas cuerpos de personas víctimas de tortura y calcinados, de los que se sospecha se trata de los estudiantes desaparecidos, las fosas aparecieron en las colonias Pueblo Viejo, Jardín del Sol, Loma de Coyote y la Parota, Municipio de Iguala, y esto no lo podemos admitir, no es posible que los ciudadanos por el solo hecho de ejercer sus derechos y específicamente su derecho a manifestarse sean víctimas de una desaparición forzada, de tortura y de una ejecución, por la gravedad de estos hechos urgen Acciones y Medidas Cautelares de Organismos Internacionales de Derechos Humanos, como lo es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de Amnistía Internacional y del Centro de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, con sede en Ginebra, Suiza, sin esperar una petición formal de los familiares de estudiantes normalistas desaparecidos, ya que ante estas circunstancias se debe actuar sin demora.

Por décadas en nuestro país estos hechos se repiten históricamente sin que los Organismos Internacionales con poder político y económico, disfrutando de toda una infraestructura, hagan algo para neutralizar a gobiernos genocidas violadores de derechos humanos; Desde hace muchos años los gobiernos del estado de Guerrero han sido gobiernos omisos, represores, altaneros y violadores de derechos humanos, ustedes y nosotros recordaran al tenebroso Rubén Figueroa Figueroa que vivía como sultán a costa de los impuestos de los mexicanos y una de sus frases muy celebres “En Guerrero No Puede Haber Dos Gobernadores” uno en Chilpancingo y otro en la Sierra de Atoyac, refiriéndose a Lucio Cabañas Barrientos, un maestro rural que tenía miles de seguidores en todo el estado de Guerrero, y así podríamos resumir los 32 estados de la A a la Z unos más y otros menos pero finalmente existen problemas que nunca han sido atendidos oportunamente mucho menos resueltos, se dice que un grupo de delincuentes de cuello blanco denominados Guerreros Unidos fueron los intelectuales y materiales de la masacre masiva de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, entendemos que la situación geográfica de Guerrero no puede compararse con la de los demás estados de la república mexicana, pero curiosamente no hay ninguna entidad federativa donde no se hayan reportado actos de desapariciones forzadas, de perseguidos y presos políticos, de tortura y asesinatos.

Ante este y otros lamentables acontecimientos la pregunta obligada ¿Dónde Están los Servicios de Inteligencia del Gobierno Federal y Estatal? Que antes y después nunca se dieron cuenta de lo que pasaba en Guerrero, ¿Que acaso existe una red de complicidades entre delincuencia organizada y los tres niveles de gobierno? Sería muy saludable para la república que los 500 legisladores(as) federales, los 128 senadores(as) y las 32 legislaturas de los estados una vez en la historia de México efectivamente se pongan a trabajar y sean responsables de sus actos ante los graves problemas que enfrenta la república, y consideren ejercer acciones que pongan fin a delitos genocidas y de lesa humanidad, decretando la desaparición de poderes del ejecutivo federal y de los 32 gobernadores, porque todos y cada uno de ellos han demostrado ineficacia, indolencia, omisiones, corrupción y violación sistemática a los derechos humanos de las y los ciudadanos mexicanos, pero nuevamente podrán oídos sordos ante esta petición como tantas otras que han hecho otros sectores, es como pedirle peras al olmo, solo nos quedaría exigir que los tres niveles de gobierno e iniciativa privada cumplan una vez más sus más elementales obligaciones con la activa participación de la sociedad civil independiente.

Las y los ciudadanos mexicanos debemos considerar ejercer a plenitud el Titulo Segundo, Capítulo I, Artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que a la letra dice.- La Soberanía Nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.