Por: Fabiola Vázquez

El reconocido escritor Carlos Martínez Assad ha insistido en mostrar el papel que juega la cultura y la civilización en el conflicto en torno al mundo árabe, un gran número de escritores y pensadores occidentales aceptan los elementos de diferentes culturas como la griega, judía o romana, ubicándolas en lo occidental opuesto, dando otra imagen del oriente que todos vemos.

El libro de Martínez Assad nos hace la invitación de aproximarnos al lejano mundo árabe más allá de los perjuicios antislámicos del presente y del encono surgido tras el ataque de las Torres Gemelas de Estados Unidos. Como quedo a la vista de todos, este hecho terrorista dejo al país más poderoso vulnerable, mostrando cómo es posible encontrar un punto débil en una fortaleza.

La condenable acción concedió de inmediato más poder al presidente Bush cuando el Congreso, por abrumadora mayoría le otorgó todas las facultades para hacer la guerra donde lo considerase necesario. Se le dio carta blanca para hacer la guerra en Afganistán y en Iraq.

En Afganistán para capturar a Osama bin Laden y dar con los campos de entrenamiento de al-Qaeda y en Irak la llamada Guerra del Golfo, tuvo el objetivo de frenar la invasión de Iraq en Kuwait, país que según Saddam Hussein había sido sustraído a su territorio. Esto significa que Iraq había estado en la mira estadunidense desde la última década del siglo pasado. Bin Laden se convirtió en el principal sospechoso de organizar el 11/S por sobradas razones. Inexplicablemente, Arabia Saudí, de donde procedían quienes diseñaron y perpetraron el 11/S, no enfrentó reclamo alguno. Pero ¿Occidente recuerda las matanzas en los campos de Sabra y Chatila en Líbano en 1982, cuando fueron asesinados más de 2 mil refugiados palestinos por las falanges de Bashir Gemayel en apenas dos días, bajo la protección del ejército israelí conducido por Ariel Sharon? ¿Los estadunidenses conocieron el número de muertos durante los ataques de su país a Iraq durante la Guerra del Golfo y aun en los años previos a la guerra iniciada en 2003 en que hubo varios bombardeos sistemáticos a diario? ¿Se sabe cuántos niños murieron al dejar de ser vacunados cuando Estados Unidos bombardeó la única fábrica de medicamentos en Sudán?

La formulación más amplia de este libro es construir la representación que los occidentales y orientales han creado uno del otro, forjándonos como interlocutores en un rico dialogo multicultural, presencia migrante de repercusión ya irreversible y acores geopolíticos de importancia. 

Martínez Assad nos guía por un universo polifacético en el que lo antiguo y lo moderno se dan la mano frente a la cultura árabe. La obra ofrece una perspectiva centrada en la historia y en la política, pero también abarca cuestiones sociológicas, literarias, cinematográficas y musicales. Es un libro que constituye un valioso acercamiento a una cultura diversa y compleja que apenas comenzamos a entender en Occidente. Misticismo, democracia, emigración, conflictos étnicos, derechos humanos, literatura y arte son los temas que muestran la enorme riqueza y los desafíos que enfrenta en la actualidad el mundo árabe.

Los pueblos de medio oriente han recuperado un lugar primordial respecto de occidente, como no lo tenían desde la llamada reconquista en la península ibérica. Carlos Martínez Assad emprende el estudio de este regreso a la historia que ha reconfigurado el mundo globalizado en que vivimos.

Carlos Martínez Assad nació en Amatlán, Jalisco, en 1946. Estudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Posee un doctorado en Sociología Política por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de la Universidad de París. Ha recibido, entre otros reconocimientos, el Premio Universidad Nacional 1997 y el Premio al Mérito histórico “Vito Alessio Robles”, 2005. Entre las obras de su autoría están: En el país de la autonomía; Los sentimientos de la región, El laboratorio de la Revolución: el tabasco garridista y Memoria de Líbano.