Tras la propuesta de la reforma energética  del presidente de la República Enrique Peña Nieto que contempla modificar un par de artículos constitucionales, apólogos y detractores del pacto por México consideran que ha llegado su prueba madre, pues los diversos puntos de vista de las dos fuerzas políticas  opositoras contrastan con las intenciones del Presidente.
Por  un lado el PAN demanda la aprobación de la reforma político-electoral antes que la energética, ¿Por qué esta demanda? Tal vez Gustavo Madero prevé que después de la aprobación de la reforma energética la intensidad por el pacto por México disminuya por parte de la presidencia de la república y prefiere tomar  precaución y evitar sorpresas, a pesar de las coincidencias en la iniciativa del  mandatario federal en la reforma energética.
El PRD se cierra a la modificación de la constitución y ha sido tajante en su postura, aunque también se suma a la postura del PAN para aprobar primero la reforma política- electoral antes que la energética, aunque  la propuesta del PRD no coincide en nada con la del PRI y PAN.
Por tanto, la aprobación de la reforma –de darse- se torna complicada y hasta hostil por personajes como el ex dos veces es candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, que sin duda irá más allá del debate y en su peculiar estilo veremos marchas y plantones en el zócalo capitalino  así como en el recinto de la cámara de diputados. Además de llegarse aprobar con los legisladores del PRI y del PAN esto ocasionara que el PRD se sienta marginado del pacto  por México y tendría el pretexto ideal para desistirse de él. La propuesta de Peña Nieto ha unido nuevamente a las izquierdas, y tienen una causa en común evitar lo que han denominado la privatización de PEMEX.
Los problemas al interior de los  dos principales partidos políticos de oposición, son un factor exógeno para la continuidad del pacto por México situación que el gobierno federal no debe desestimar, porque ni Madero ni Zambrano cuenta con el respaldo total de sus correligionarios, y aún no se superan las discrepancias que han tenido con sus compañeros de partido. 
En el PAN la asamblea extraordinaria para la reforma de sus estatutos dejo claro que hay una minoría disidente con la actual dirigencia y que a pesar de los esfuerzos hay legisladores que no comulgan con el pacto por México y que en  claroscuros han votado para aprobar las recientes reformas pero en un tema tan delicado como lo es la reforma energética el cabildeo al interior del blanquiazul no será fácil y que podría ser que sea determinante para alegarse del pacto, pero sin duda algo que el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene presente es la renovación de este partido en el mes de diciembre, por esta razón es prioridad para él lograr que se apruebe su iniciativa antes de ese mes, considerando que el grupo opositor de Madero pueda llegar a la dirigencia nacional.
En el PRD el pacto también ha hecho estragos en su vida interna, y la división de opiniones no se ha hecho esperar, sin embargo parece que en cuanto a la reforma energética ha sido el tema de unión y al menos en este rubro parece que habrá un poco de calma en un partido que la necesita para analizar su situación y reencontrarse a pesar de sus diferencias, aunque el más cuestionado de todos los perredistas es el propio dirigente nacional Jesús Zambrano por firmar el pacto.
La reforma más difícil y controvertida sin duda es la energética, por lo que representa para la mayoría de los mexicanos  el petróleo, y por los errores del pasado en rubros estratégicos del país, como verbigracia Telmex,  cuando se privatizó era con el fin de mejorar el servicio de telefonía empero hoy tenemos uno de los servicios más caros  en esta materia en el mundo con nula competencia y por consiguiente un servicio deficiente.
El debate de  la reforma energética no solo debe focalizarse  a los hidrocarburos, debe ampliarse  a la energía eléctrica y energías renovables, sin duda la historia de las privatizaciones del país será un factor de resistencia a la reforma, así como los problemas internos de los partidos políticos, y sus posiciones en cuanto al tema, lo que pone a prueba el pacto por México, de aprobarse la reforma sin mayores obstáculos hay pacto para rato, en sentido contrario tal vez los días de dicho pacto están contados.