Fernando Díaz de los Ángeles

En política a veces se presentan revanchas y oportunidades para tomar un segundo aire en la carrera de todo político o política, ser la titular de la Secretaria de Desarrollo Social para Rosario Robles ha significado su regreso a la esfera pública y la oportunidad de retomar su carrera política y si, un segundo aire, su trayectoria se estanco por sus desatinadas acciones provocadas por cuestiones sentimentales, hoy la ex jefa de gobierno del Distrito Federal se encuentra en el ojo del huracán tras las acusaciones de Acción Nacional por el mal manejo de la cruzada nacional contra el hambre en el Estado de Veracruz.

Y parece que se empeña en seguir y aumentar la polémica,  tras sus declaraciones durante su encuentro con el gobernador de Hidalgo  el día de ayer,  fortuitas o planeadas  fueron poco afortunadas y le restan serian al tema y no tardan las reacciones y las consideraciones de mofa a los legisladores de oposición y a la propia situación. No dudo de la inteligencia de la Secretaria de desarrollo social, pero tratar de bromear cuando el horno no está para bollos, le va a desatar una serie de críticas y muy severas, la ex perredista debe tener conciencia de las cosas y sin duda tiene un buen manejo de medios, pero el ímpetu le ha ganado.

Ya era suficiente  el “Rosario no te preocupes…” y hoy con esas burdas declaraciones hacen pensar que el gobierno federal está restando importancia a la opinión pública sobre sus pifias,  pero   la neo peñista debe ser sensata y admitir que esta  oportunidad que se le ha presentado  para regresar a la política no la debe desaprovechar, ser titular de SEDESOL no la va a proyectar como presidenciable, pero si le  permitirá llegar al Congreso de la Unión ya sea durante el sexenio o después, y seguir con los reflectores políticos, la  rescataron y deberá aprovechar, si es que no quiere desaparecer nuevamente de la escena política y tener un regreso efímero y mezquino.

La política social siempre será un tema delicado y blanco de críticas y también tentación casi inevitable como punta de lanza de persuasión en sectores vulnerables a través de las  estrategias electorales  de quienes ostentan el poder, y ante la tecnología de espionaje telefónico hoy es fácil tener conocimiento de estas  prácticas al interior de las estructuras gubernamentales.

La seguridad y confianza de la privacidad de las llamadas telefónicas realizadas por funcionarios públicos no ha mermado, pero más de uno va a dudar tener conversaciones comprometedoras sobre su desempeño como servidores públicos. 

Por otra parte, se terminan las dudas  respecto al regreso del PRI al gobierno, y queda claro no ha cambiado ni es nuevo, el PRI sigue siendo el PRI, y cayó en la tentación de hacer de los programas sociales el eje de su maquinaria electoral, tal como lo hizo en el pasado.