Hace dos semanas comentaba la dicotomía en el PAN sobre proyectos de partido, no es propio de nuestros tiempos, desde la fundación ha existido y ha tenido sus transformaciones, las visiones de Partido de Gustavo Madero y de Ernesto Cordero son distintas, como en su momento lo fueron  las de  Manuel Gómez Morin y  Efraín González Luna.

Manuel Gómez Morin defendió la participación electoral del partido tras su fundación  con el fin de  asumir responsabilidades de gobierno a través de cuadros profesionales, y por otra parte Efraín González Luna, considero el adoctrinamiento y la abstención electoral con el fin de evitar la legitimación de los gobiernos emanados del partido oficial.

Con el transcurso del tiempo los pasos de Gómez Morin  fueron seguidos por Christlieb Ibarrola  y por José Ángel Conchello, mientras los jóvenes demócratas cristianos y González Morfin siguieron los de  González Luna. Para  1958 las dos principales figuras del panismo coincidían y proponían,  que ningún diputado –de los pocos reconocidos- asumieran el  cargo, lo que produjo que ambas corrientes tuvieran una nueva cisma, ya que por un lado  la vieja guardia se oponía integrarse al régimen, y por otra  los jóvenes panistas planteaban que el partido luchará contra el régimen usando las instituciones del Estado. En los años 60´s del siglo pasado, la doctrina demócrata-cristiana influía con fuerza en el PAN, no obstante los Gomez-morinistas se oponían a los jóvenes panistas que coincidían con dicha corriente, ya que los estaban desplazando de los puestos importantes del partido, después de ungirse Presidente Nacional Christlieb Ibarrola los panistas tradicionales mantuvieron el control del PAN y se promovió la expulsión de los principales liderazgos y  simpatizantes de la democracia-cristiana.

Tras el fallecimiento de González Luna y de Cristlieb, y la débil salud de Gómez Morin, Efraín González Morfin se erigió con un gran liderazgo, y tras su aportación a la proyección de principios de doctrina de 1965 trajo consigo enemistades severas con José Angel Conchello y Pablo Emilio Madero, entre otros. Pero tras el fracaso del gobierno de Echeverría muchos empresarios se sumaron a las filas de Acción Nacional, quienes simpatizaron con los opositores de González Morfin, y después de diversos enfrentamientos principalmente,  por el debate en aceptar financiamiento público, la corriente encabezada  por Concello salió  avante provocando la renuncia de Efraín y de algunos correligionarios destacados quienes acusaban que el partido se había corrompido con  el financiamiento del sector empresarial principalmente.

Paradójicamente el nuevo sector,  que encontró el cobijo de  Concello y sus seguidores, darían pauta para que él y sus partidarios abandonaran al partido argumentando que el partido se alejaba de sus raíces, que eran sacrificadas con el fin de lograr el crecimiento electoral del partido. Como respuesta a estos hechos el PAN adopta matices demócratas-cristianos en la dirigencia de Castillo Peraza.

Tras el ascenso a la presidencia de la republica  en el año dos mil, el escenario no modifico de manera considerable, pero el segundo sexenio panista, fue el más marcado entre dos posiciones distintas y diversas acusaciones hacia el ejecutivo en turno, las dirigencias de Germán Martínez, César Nava, fueron señaladas por una fuerte intromisión según Manuel Espino por Felipe Calderón a la vieja usanza priista, el primero acusaba al entonces presidente de la república, de utilizar el aparato gubernamental para controlar al partido, y llevándolo al límite de la mística panista,  y cayendo en los vicios que por años se habían criticado.

Nuevamente se fue expulsado del partido, el principal opositor del dirigente en turno y un nuevo éxodo de panistas se presento, las diferencias entre ambos grupos fueron muy notorias.

Las causas y los momentos han sido distintos, pero la raigambre panista se ha caracterizado por el contraste entre dos visiones de proyecto de partido, y en los próximos meses la militancia elijará cual respaldar, no obstante espero que no se presente ningún hecho endémico, y que la decisión democrática que tome la militancia, sea para fortalecer al panismo rumbo al 2015, y para colocar la piedra angular para recuperar la presidencia de la república.