José Isabel Juárez Torres

Tlaxcala: Diosas y mujeres prehispánicas II

Xochiquetzal, diosa de los enamorados.

En Tlaxcala, además de la diosa Toci, existieron otras deidades femeninas. Leyendo  el libro de la Historia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo, menciona  a Xochiquetzal y  dice de ella: “ Tenían estas naciones a una diosa que llamaban la diosa de los enamorados, como antiguamente tenían los gentiles la diosa Venus, ansi tenían los naturales de esta tierra e esta diosa llamada Xochiquetzal, la cual decían que habitaba sobre todos los aires y sobre todos los nueve cielos, y que vivía en lugares muy deleitables y de muchos pasatiempos, acompañada y guardada de muchas gentes, siendo servida de otras mujeres como diosas, en grandes deleites y regalos de fuentes y ríos, y florestas de grandes recreaciones sin que le faltase cosa alguna, y que adonde ella estaba tan guardada y encerrada, que hombres no la podían ver, y que en su servicio había muy grande numero de enanos y corcovados, truhanes y chocarreros que le daban solaz con grandes músicas y bailes y danzas, y de estas gentes se fiaba y eran sus secretarios para ir con embajadas a los dioses que ella codiciaba. Y que su entretenimiento era hilar y tejer cosas primas y muy curiosas; pintabanla tan linda y tan hermosa que en lo humano no se podía mas encarecer”.

Sin duda en todas las épocas y en todas las culturas han existido mujeres y en la época prehispánica de Tlaxcala existieron también leyendas de diosas como Xochiquetzal, que Diego Muñoz Camargo nos describe fue también la  mujer del Dios Tlaloc, dios de las aguas.

Todas las mujeres tienen esas dos características, el de ser diosas y el de ser humanas. Y creo que también tienen  virtudes únicas, como el de poder concebir y tener a otros seres humanos, tener hijos. Virtudes como la de la  su sola presencia física en cualquier espacio, da la sensación de una mayor humanidad y calidez. Virtudes como la de su definido espíritu de luchar contra todas las adversidades, contra todas las estigmatizaciones, contra todos los  prejuicios, contra todo lo adverso. Y la virtud de lucha con alegría, la lucha al lado de las mujeres siempre será una lucha con causa justa, con amor y con alegría.

                           Vivan las Mujeres. Sin mujeres no hay Victoria.