Si “El Saga” no logra la coordinación del PAN el Congreso será su tumba política

Roberto Nava Briones

De no lograr el diputado electo Juan Carlos Sánchez García “El Saga” la coordinación de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) en lo que será la LXII Legislatura, su carrera política literalmente habrá de haber llegado a su fin ya que el periodo de la siguiente Legislatura será solo de un año ocho meses, de ahí que los tiempos serán muy cortos y las posibilidades de demostrar la capacidad política se verán reflejados en el quehacer legislativo.

Ante la cercanía para la renovación del Congreso local se sabe que ya empezó el estira y afloja entre los diputados electos y en el caso del PAN, aún no define quien será la persona que tenga la capacidad para dirigir al albiazul en una de las Legislaturas que avizora dará mucho de que hablar.

Lo cierto es que la cuenta regresiva ya comenzó y faltan menos de 60 días para el relevo en el Congreso local y hasta el momento no existe claridad de quien tiene los tamaños para llevar las riendas del albiazul ya que después de los magros resultados de la actual fracción parlamentaria pasó a ser una oposición a modo, después de que el PRI les diera unas sobras tras untarles las manos con la entrega de varias comisiones.

Ya en la recta final el PAN conserva la de Finanzas y Fiscalización, la Mesa Directiva y el Comité de Administración como premio a la sumisión, así que quien aspire a ser el próximo coordinador de la fracción, primero deberá tener la capacidad de endulzar el oído a quien habrá que definir.

No es necesario que sea un panista de cepa el que defienda los intereses del PAN, sino que el albiazul requiere alguien que tenga la capacidad y los arrestos de sentarse a la mesa a la hora del jaloneo, a la “pintita” Guadalupe Sánchez Santiago no la veo como tal aunque haya pintado su corazón de azul parece que no entiende que el cargo que le regaló Adriana Dávila fue solo para jalar reflectores, a Dulce la esposa de ex miembro del PT por más que quiera no conoce ni lo más mínimo de la ideología panista, el panista Carlos Morales aunque es panista no tiene ni la más remota idea de lo que implica ser diputado y en el caso de El Saga aunque no sabe ni que representa ser político, tiene la piel sensible, pero eso si tiene una cartera repleta que podría ayudar a algunos en salir de sus apuraciones a cambio de coordinar a su pares.

El justiciero…

Mientras las autoridades a nivel federal, estatal y municipal en el Estado de México se desgarran las vestiduras después de que un solitario sujeto ejecutó a cuatro lacras de la sociedad después de haber asaltado a los usuarios de un autobús del servicio público de transporte, de no atender de manera inmediata esa situación y de buscar magnificarla con la amenaza de encontrar al responsable, es una medida que ha sido bien vista por la sociedad en general después de que las autoridades se han visto rebasadas en la procuración de la justicia.

La medida en la que el solitario sujeto le quitó la vida a cuatro hampones, si bien no es la más adecuada es una muestra del hartazgo ciudadano de ser asaltado impunemente a cualquier hora del día por los amantes de lo ajeno, quienes al llegar a los tribunales son liberados y dejan en indefensión a la ciudadanía en general ya que regresaran con el odio guardado para desquitarlo  en sus futuras víctimas.

Insisto, no justifico que arrebatarle la vida a otra persona sea la medida ideal para erradicar la delincuencia, sin embargo ni las autoridades ni las leyes han logrado avances en ese rubro por lo que no dejan de otra al pueblo que organizarse y tomar la justicia por mano propia.

Ante esa situación no se descartó la posibilidad que se multipliquen los justicieros en varias partes del país de las cuales Tlaxcala no está exenta, los focos de alerta ya están prendidos, aunque el Secretario de Gobierno Ernesto Ordoñez Carrera solo vea focos rojos en los semáforos.

En menos de un mes se han suscitado varios intentos de linchar a los hampones, que han dejado patrullas quemadas, lesionados, detenidos, daños en inmuebles públicos, diferencias entre gobernantes y gobernados y sobre todo, la incertidumbre y decepción de las autoridades municipales en turno,, como lo acontecido recientemente en Zacatelco, Cuapiaxtla y Xicohtzinco.