Va Alejandro Martínez por su pase a juegos olímpicos 2016

El actual campeón marchista centroamericano 2013, Jorge Martínez Báez, quien encontró su inspiración en atletas mexicanos, logró destacar en la escena nacional, con bases sólidas y un carácter basado en voluntad, constancia, disciplina y valores.
A dos meses de haber iniciado su entrenamiento con Raúl González, ex marchista y medallista olímpico, Martínez Báez formó un buen equipo de trabajo con el que obtuvo un primer lugar en la prueba de 20 kilómetros en marcha, en la edición 24 del Campeonato Centroamericano y del Caribe de Atletismo Mayor.
Martínez Báez, quien forma parte del programa de Talentos Deportivos y de Alto Rendimiento del Instituto del Deporte de Tlaxcala (Idet), está considerado en la selección mexicana para participar en un campamento fuera del país, a principios del próximo año, y mantener su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Brasil 2016.
Los inicios
En el año 2000, los atletas mexicanos Bernardo Segura y Noé Hernández ganaron oro y bronce  en la prueba de 20 kilómetros en la marcha de los Juegos Olímpicos en Sídney, Australia; entonces, Jorge Martínez, oriundo de El Carmen Aztama, Teolocholco, cursaba el último grado de primaria y se iniciaba  en el atletismo.
“No tenía idea de lo que era la marcha, pero vi esa competencia por televisión en la que Bernardo Segura y Noé Hernández ganaron el primer y tercer lugar.
Esa imagen me impactó porque al terminar dieron la vuelta olímpica con la bandera, en ese momento fue cuando supe que quería entrenar ese deporte”, aseveró.
Luego de ver ese acontecimiento que marcó al deportista,  Alejandro participó en su primera competencia escolar atlética, tras recibir la invitación de su maestro de educación física, en la que sorpresivamente ganó el primer lugar, situación  que lo motivó a continuar con la práctica con su padre, el entrenador Alejandro Martínez.
La carrera en ascenso
Al año siguiente, asistió a un evento atlético organizado por Arturo Durán Sánchez, entrenador tlaxcalteca del Idet, quien se convertiría en su guía.
“Me costó adaptarme los primeros meses porque me exigía mucho, e intenté dejarlo porque se me hacía muy pesado; sin embargo, me fui acostumbrando, luego vino la recompensa al ganar mi primera medalla de bronce en la Olimpiada en Nayarit, así que decidí continuar”, narró.
Su esfuerzo y dedicación le dieron satisfacciones al  adjudicarse el tercer lugar en los tres mil metros caminata en la edición 2003 de Olimpiada Nacional; mientras que en 2004 repitió bronce, pero en la modalidad de 10 mil metros marcha.
Jorge Alejandro Martínez, hijo mayor de tres hermanos de una familia integrada por Jorge Valentín Martínez Águila y Aurea Báez Vázquez, señaló que sus padres son un factor importante en su vida y siempre los ha admirado.
Las medallas que el atleta tlaxcalteca obtuvo a nivel nacional fueron las primeras de sus diferentes participaciones a lo largo de 11 años, bajo la dirección de Durán Sánchez, quien le inculcó el interés por el estudio, el deporte y valores.
Para el atleta, combinar el deporte y el estudio fue complicado, ya que entrenaba en las mañanas y en las tardes. Pero eso no fue excusa para claudicar, pues “cuando se hace algo por gusto y fe se alcanzan resultados”.
La faceta de maestro
Con carácter firme, semblante serio y seguro de sí, ahora habla de su faceta como maestro de educación física, donde aprendió que la niñez tiene hambre de buenos guías.
“Me gusta hacer algo que los demás no hacen, trascender a algo más que los demás no han hecho, soy muy inquieto, y pienso que el deporte me ha  ayudado a encaminar esa inquietud a algo bueno”.