*Bernardino Vazquez Mazatzi

¡¡¡¡¡Justicia!!!!!!

No hay explicación, justificación, disculpa, análisis, versión o información que en estos momentos intente siquiera aminorar la ira de los mexicanos. Y menos si estos intentos son venidos del gobierno y de las “autoridades”

El pueblo de México no cree que el gobierno desconociera lo que estaba pasando en Guerrero. Si así fuera, si el CISEN principalmente, pero también los cientos de orejas o halcones o antenas que cobran en el Ejército, en las Procuradurías de Justicia de los estados y hasta las áreas de la prensa oficial no supieran la realidad, entonces estamos hablando de una falla en el aparto del Estado lo suficientemente grande y grave como para esperar que hechos como el Ayotzinapa se repitan constantemente.

Pero eso no es verdad. El CISEN, que es el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, y las áreas de inteligencia de al menos otras ocho instituciones federales y estatales que operan en cada entidad del país, sabían perfectamente lo que estaba ocurriendo con el presidente municipal de Iguala y su mujer. Y nada hicieron.

Quien conozca mínimamente la forma en que el Estado vigila, sigue o investiga a la gente en este país sabe perfectamente que el CISEN y las secretarías de Gobernación de los estados tienen información puntual y actualizada de todos y cada uno de los servidores públicos en las presidencias municipales. Saben sus nombres y los de sus familiares, sus ocupaciones y hasta sus negocios e ingresos.

¿Cómo entonces creer que el Estado mexicano ignoraba que José Luis Abarca y su esposa habían amasado esa fortuna propia de miembros de la delincuencia organizada? ¿Cómo creerles que no sabía de los nexos de ambos con integrantes de la mafia?

En el crimen del estado de Guerrero hay mucha gente involucrada y toda con un alto grado de culpabilidad. Es culpable el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero quien al parecer, no era más que otro títere de los delincuentes. Lo son los funcionarios de gobernación, de educación, de la seguridad pública… y que suerte para ellos: no van a ser llamados a cuentas.

Debe sentir el peso del desprecio social todo el sector político nacional. El PRI ¡Claro! que conocía de la situación irregular que se vivía no sólo en Iguala o en Ayotzinapa, sino en todo el estado de Guerrero. Si no vive más que para criticar a sus contrincantes para denostarlos y así llevar agua a su molino. El PRI, por su omisión, por cubrir más sus intereses políticos que al pueblo al que se debe, tiene manchadas las manos de sangre.

El PAN, tan puritano, tan cercano al clero, tan moralista, como otros partidos, le bastó con que le untaran la mano con el producto de la corrupción y el narcotráfico para hacerse de la vista gorda. O acaso también cree que el pueblo de México es tonto y va a aceptar que ignoraba el grado de descomposición social de Guerrero.

Y todos estos actores sociales del país ¿Qué más saben y qué tanto por conveniencia callan.

La sociedad mexicana se encuentra indignada aunque por el momento no ha determinado la forma de cobrarle al poder la afrenta de haberla dejado desamparada y en manos de la mafia. El perdón para el sistema está muy lejos… porque el perdón aniquila a la memoria…

*Escritor y Periodista