Bernardino Vázquez Mazatzi

Escritor y periodista

Con mi solidaridad para Leonel

Lo acontecido ayer en el Congreso del Estado, referente a la agresión a los periodistas por parte de una diputada del intolerante Partido Acción Nacional, debe sernos motivos de vergüenza por la clase de políticos y diputados que tenemos, y que como sociedad no merecemos, pero que hemos padecido por ya casi tres años.

Esta legislatura en particular será recordada por la que menos resultados dio a los tlaxcaltecas y, en contraparte, también por la que más escándalos y desaciertos registró en su acontecer diario.

La sociedad critica muy severamente a los diputados del congreso local por su cortedad de miras y por la incompetencia, intransigencia, intolerancia e ignorancia con la que se rigieron.

Todos los legisladores estatales que componen la actual legislatura pasarán a la historia como los políticos menos productivos, como entes oscuros y sospechosos de negociar por monedas la impunidad de los presidentes municipales corruptos y de los funcionarios en problemas por desvíos de recursos.

Político que tenga la suficiente humildad para escuchar a las mayorías de Tlaxcala, quien se crea mortal como el que más y decida abandonar sus aires de grandeza de insecto que le da el poder, podrá escuchar el severo juicio que el pueblo le hace y la sentencia que le ha dictado: mediocre, ignorante… corrupto. Esa es la generalidad.

Estas definiciones de político que son el lenguaje común no se escuchan en las alturas en que creen que se hallan y merecen los diputados. No se escuchan por el tintineo de las monedas con que se venden y menos entre los humos del alcohol que consumen o que reciben como dadiva a cambio de favores.

El estado de Tlaxcala no registró cambio alguno, no notó avance siquiera mínimo y no se encuentra en ningún sitio la huella del paso de los actuales diputados, por lo que sus discursos alegres y sus delirios de grandeza sólo son percibidos por ellos mientras que el pueblo ve con tristeza cómo pasan otros tres años, perdidos para el estado.

Y patéticamente, no obstante que todo lo anterior es la crítica, el juicio y la sentencia del pueblo, aún se atreven a culpar a los medios de comunicación de sus aberraciones… no era necesario que ratificaran su ignorancia delegando en otros su falta de responsabilidad, su incapacidad, su falta de resultados y torpezas continuas: eso es de sobra sabido por la gente.

Da vergüenza ver cómo una vez más los políticos, funcionarios y legisladores tratan de justificar su falta de resultados y respuestas, su poca o nula aceptación social y su incapacidad e ineptitud y cómo se las endosan a los periodistas.

El pueblo de Tlaxcala es sabio, la sociedad conoce la verdad y la valora… los medios de comunicación y los periodistas en particular no toman decisiones equivocadas en las dependencias, los reporteros no ejercen los presupuestos que se esfuman en medio de la corrupción, ni crean leyes ni tiene que recular por determinaciones tomadas al vapor. Los periodistas sólo son el puente entre el poder y la sociedad, son el eco de los poderes que llega al pueblo…

En este sentido, señora diputada y demás legisladores del PAN, del PRI, del PRD y de otros que son mantenidos por el pueblo, los responsables de sus yerros NO son los periodistas, el que no le sean de provecho al pueblo no es culpa de los reporteros, el que merezcan la desaprobación general no es responsabilidad de los medios… a quienes deben atacar no es a los reporteros sino a su realidad intolerante.