* Bernardino Vazquez Mazatzi

En política todos son lo mismo

 A los políticos tlaxcaltecas les pediría amablemente, pero con energía, que no le quieran ver la cara de tontos a los ciudadanos de esta entidad. Frecuentemente nos vienen con eso de las ideologías, de las doctrinas partidistas, de los intereses superiores, del proyecto de nación y un largo etcétera que hasta ni ellos mismos se creen.

Los políticos piensan que los electores seguimos siendo tontos o inocentes y que les creemos eso de las izquierdas, de las derechas y los centros, motes con los que definen sus siglas, colores y partidos pero que en realidad no son más que lo mismo, sólo que más revolcado y al final, es el mismo discurso, las mismas mañas, los mismos intereses personales, la misma improductividad y los resultados y consecuencias, los mismos.

Los políticos van por donde mejor les caliente el sol, es decir, por donde les ofrezcan más o lo suficiente para satisfacer sus ambiciones y, por cuidar esos intereses personales, se olvidan que en teoría son contrarios o debieran ser diferentes a los otros de su especie.

Las alianzas entre partidos antagónicos en la búsqueda del poder, no hacen más que evidenciar que por encima de las ideologías o los diversos proyectos que por naturaleza deben ser diferentes, está la ambición por el poder. El hueso o el triunfo a costa de lo que sea, así se tenga que llegar a la necesidad de besar y abrazar al que se supone es su contrario e irreconciliable o exhibir la contradicción.

De qué sirve que los partidos se esfuercen en marcar su territorio con colores, siglas y candidatos diferentes, si al final unos se unirán en alianza con los otros y como resultado y consecuencia, el engendro producto de esa unión pecaminosa y ominosa, será un diputado, un presidente municipal o un gobernador que se cambiará de bando de acuerdo a los intereses de quien les paga más, que siempre es el poder por tener en sus manos el dinero del pueblo y se olvidarán de que son de izquierda, o de derecha o del centro pero sobre todo, que son servidores del pueblo, empleados de la sociedad, trabajadores de los tlaxcaltecas.

En Tlaxcala no hay ya izquierda, ni derecha, ni centro… hay intereses personales y de grupo, que nos vengan a querer vender la idea de que tal o cual ideología es mejor, o diferente, o una opción, o la mejor propuesta… todos los partidos son lo mismo, todos los candidatos son iguales por cuanto a que se unen y alían y le sirven y se venden al mejor postor.

Qué vergüenza es para los tlaxcaltecas las imágenes, las acciones y declaraciones de nuestros legisladores, qué coraje nos da al saber que nuestros gobernantes reniegan de nuestro voto que los llevó al poder y ahora se dicen enviados del cielo y depositados en la silla que ocupan por designios divinos y qué tristeza nos causa el tener a funcionarios que disponen del dinero ajeno como mejor les viene en gana y se alejan del pueblo que los eligió… como creyendo que el puesto es eterno.

En Tlaxcala hace tiempo que dejó de haber izquierdas, derechas y centros. Casi desde que se hizo realidad la maldición de que nuestro estado era laboratorio político. Y en ese laboratorio se incubó el monigote que ahora es la política y sus consecuencias.

El show mediático hace su trabajo y por ese conducto los políticos nos hacen creer que se pelean, que se enfrentan, que defienden sus diferencias, que confrontan sus ideologías, que su oferta es distinta a la del otro; en la realidad son lo mismo pues llevan el mismo rumbo y acaban dando el mismo espectáculo de mediocridad: del tamaño de sus resultados.

Señores políticos, ya no nos vengan con el cuento de la izquierda: sus fundadores de en el estado de Tlaxcala lo dicen fuerte: esta corriente de pensamiento ya no existe. Como no existe la derecha corrompida por los excesos de quien en su momento dispuso que el PRI ganara con el PRD y luego con el PAN; tanta democracia nos partió la madre, dijo don Tulio… aunque se equivocó porque esto, no es democracia, sino vil falacia.

En Tlaxcala hace falta una nueva pero verdadera opción política, hacen falta líderes, auténticas y diferentes propuestas… urge que la sociedad recobre la confianza en la política, es necesario un cambio en la forma y el fondo del discurso, de la oferta y de los que hacen la política; insisto, los mismos no hacen el cambio. Sin embargo, al menos en las próximas elecciones, las de este año, las cosas serán tristemente iguales, por desgracia los tlaxcaltecas tendremos más de lo mismo. Qué vergueza…

* Escritor y Periodista