Juan Ramón Nava
¿Show o Realidad?
Lo dicho, el Gobierno y el Congreso de Tlaxcala tendrán trabajo extra durante los próximos tres años, y no será precisamente creando o modificando leyes, sino tratando de contrarrestar y contener los embates de grupos políticos inconformes con el partido gobernante, no será tarea fácil, los operadores de quien despacha en Palacio de Gobierno tendrán que hilar muy, pero muy fino.
Hace apenas un par semanas, este mismo espacio daba cuenta del juego de pesos y contra pesos que había iniciado con el surgimiento de un grupo de encapuchados, allá, en la zona sur de Tlaxcala, conocida por su gente bronca, y también pronosticaba el surgimiento, discreto pero rápido, de grupos de choque, que se autodefinieron como una "policía comunitaria".
Desde Palacio de Gobierno y apoyados por la red de inteligencia de la representación de la Secretaría de Gobernación, la Segob, en Tlaxcala, quienes detentan el poder sabían lo que estaba por suceder en diversos puntos del territorio tlaxcalteca, tal vez por ello no les sorprendió la aparición de grupos de choque, más bien, lo que si les causó sorpresa, fue la celeridad con que ocurrió su presencia de manera pública.
Aquí, en apariencia, el tema de los llamados "moto-taxistas" fue el principal detonante en este asunto de los encapuchados, empero, es muy posible que el trasfondo de este escenario político-social, tenga sus orígenes en cierta sed de revancha y protagonismo de personajes que buscan posicionarse para los comicios federales y locales que habrán de tener lugar en unos cuantos meses más.
Lo malo en todo este entuerto, es que en apariencia al Gobierno priista ya se le fue de las manos el control de estos grupos que, en un abierto desafío a las autoridades en turno, han manifestado que continuarán con sus expresiones de inconformidad, y hasta de violencia.
En la vida, pero sobre todo en política, no existen las coincidencias, pues si bien es cierto que hay una Ley de la Causalidad, hasta el momento no se conoce la existencia de una ley de la casualidad, y eso obliga pensar que lo ocurrido en Papalotla no fue un simple acto espontáneo, ya estaba bien planeado y tendría serias repercusiones en otras zonas de la entidad, no fue una mera casualidad.

A los orquestadores de este tinglado sólo les bastaron un par de semanas para poner en jaque a las autoridades estatales y atrapar la atención pública, de Papalotla, los insurrectos trasladaron su movimiento a otras demarcaciones como Altzayanca, El Carmen Tequexquitla y Huamantla, al final, cumplieron su sentencia, surgirían más grupos de choque para hacer frente a una supuesta indiferencia de los gobernantes actuales.
Al principio de esta entrega, se señalaba que tanto la administración estatal como la Cámara de Diputados, deberán redoblar sus esfuerzos si quieren detener las acometidas de grupos políticos que apuestan al desgaste de ambas entidades gubernamentales, pero tal parece que la fluidez de la comunicación institucional no es su fuerte, al menos las declaraciones de los principales actores políticos así lo dejan entrever.
En los medios de comunicación se han ventilado los desacuerdos de las partes involucradas, el Ejecutivo afirma que es el Congreso local el que debe tomar cartas en el asunto de los "moto-taxistas", y la Cámara de Diputados revira que la administración estatal debe asegurar la estabilidad social y la gobernabilidad democrática, ambas partes tienen razón, en consecuencia, la responsabilidad es compartida, eso que ni qué.
Resulta censurable que una autoridad, sea del nivel de gobierno que sea, trate de ocultar su incapacidad a través de declaraciones irresponsables, un funcionario municipal de Papalotla se aventó la puntada de calificar como un "show mediático" el surgimiento de un grupo de choque en esa cabecera. Una máxima popular afirma que a la tierra que fueres, hacer lo que vieres, si desde su aparición el Gobierno de Tlaxcala intentó minimizar la presencia de los encapuchados, porqué un servidor de poca monta no habría de hacer lo mismo?
Dudo que los constantes enfrentamientos entre inconformes y policías estatales sea un show montado exprofeso, no, no lo es, para quienes detentan el poder en Tlaxcala, saben que esto es una realidad, y conforme avance el tiempo, las cosas se irán complicando, pero sobre todo, porque el mosaico político así habrá de requerirlo.

SIN CORRECCIONES...Todo indica que el recurso de revisión constitucional interpuesto por el PAN, en el caso de Apizaco, no prosperará, y no porque carezca de argumentos legales, sino porque ya se habla de una negociación ocurrida entre las cúpulas nacionales del partido azul y del PRI y pactada desde junio pasado, que a cambio de Apizaco, la estructura del tricolor operaría en pro de Adolfo Escobar Jardínez, para la capital, incluso, se asegura que los apoyos fluyeron desde una delegación federal dedicada a la ministración y administración de recursos para sectores vulnerables, parece algo ilógico, pero basta recordar que el PRI arrasó en la elección de diputados y, en contraparte, obtuvo una pobre votación para la alcaldía capitalina. Lo dicho, las casualidades no existen...