* Bernardino Vázquez Mazatzi
Pemex, gobierno y corrupción

El proyecto de reformas a las instituciones generadoras de energía como lo son PEMEX y CFE, está colmado de buenas intenciones; en verdad, en teoría no hay quien en su sano juicio no busque modernizar al sector, hacerlo más eficiente y competitivo, incrementar su productividad pero sobre todo, hacer que los beneficios de todo esto sirva para distribuir, ahora sí en los hechos, la riqueza que ambas paraestatales generan.
Pero, digo, al menos en el papel, tal anhelo es sublime; en la realidad, los beneficios económicos que genere una eventual modernización de PEMEX podrían servir para incrementar la voracidad de los líderes y funcionarios y elevar el nivel de la corrupción que por años, se ha enseñoreado y que generado a cientos de nuevos millonarios.
Los mexicanos nos preguntamos si los recursos que generaría una empresa petrolera mexicana moderna, solvente y productiva, no van a ir a parar en centenares de trajes, camisas y zapatos de gobernadores voraces que hasta con sus cachorros comparten la pasión por el dinero ajeno.
Nos preocupa que esas inmensas cifras por concepto de mayores ingresos petroleros no van se van a destinar a otros FOBAPROA, a rescatar sindicatos corruptos, a la compra de detectores de bombas de a mentiras, a la impresión de inútiles libros de texto con horrores ortográficos, a construir hospitales y centros de salud sin mobiliario, médicos ni medicinas…
Es terrible pensar que la ansiada modernización y crecimiento de PEMEX sirva para que las cosas sigan igual en un sistema judicial mexicano que es de los más inoperantes y corruptos en el mundo y, que la riqueza proveniente del petróleo sea utilizado para elevar aún más los ofensivos salarios de magistrados, consejeros del IFE, diputados y senadores y demás fauna nociva para el resto de los mexicanos de tercera o cuarta que se tienen que conformar con la miseria y limosna que representa su salario.
Sería muy penoso para México y el mundo que esas inconmensurables cantidades de recursos se desvíen para pagar a delincuentes “maestros” que con el pretexto de luchas sociales dañan a la educación de los estados más pobres e ignorantes, agreden a la inteligencia nacional, ofenden a los niños a quienes deben servir y que cobran puntual y completo su generoso salario pero que no aceptan que se les diga que no son aptos para la docencia pues así lo demuestra su pensamiento, acción y lenguaje.
La modernización de PEMEX y de la CFE no debiera tener opositores, si es que no hubiera la desconfianza y sospecha de que más dinero podría servir para construir elefantes blancos a lo largo y ancho de nuestra sufrida nación, para mandar a líderes sindicales magisteriales a viajes en hoteles cinco estrellas y playas hermosas a costa del pueblo y para beneficio de intereses políticos ajenos a la realidad educativa y social de Tlaxcala y México.
Lo que espera la mayoría de los mexicanos que se encuentran a la lista de espera a ser sumados a los números rojos de la pobreza extrema, es que mayores ingresos no sea igual a enriquecimiento explicable pero injustificado de funcionarios de PEMEX y CFE, quienes se dan el lujo de viajar en jets privados y cenar en restaurantes por mil dólares…
La modernización de las paraestatales estratégicas de México debe tener como horizonte el poner fin a la pobreza nacional…y no me refiero a la alimentaria, sino de vergüenza y dignidad de aquellos que quieran o no, son los empleados del pueblo que están en el lugar en el que los pusimos para atendernos y hacernos posible la vida, no para enriquecerse de forma ofensiva-
* Escritor y Periodista