Israel Muñoz Flores 

¡Piensen en esto! ¡Considérenlo y dígannos qué hacer!…

Aquel joven músico que acompañado por su mujer y un par de asnos viajaba de retorno a casa, ciertamente ya era tarde cuando el cansancio comenzó a hacer mella en ellos, decidieron caminar un poco más mientras la penumbra nocturna los rodeaba, a tan solo un par de kilómetros se encontraba un pueblo cercano, no conocían a nadie pero seguramente alguien podría hospedarlos una noche y por la mañana seguirían con su largo viaje.

Llegaron a la plaza de aquel poblado, solo pocas luces encendidas y no tenían esperanzas de encontrar gente en la calle, después de una hora de esperar en la plaza con mucho frio un anciano se acercó, contaron su historia y en poco tiempo estaban cenando en la casa del noble vecino, mientras el calor de la chimenea les confortaba. De a poco se escuchaban ruidos y voces al exterior, el dueño de la casa salió y discutió con varios vecinos mientras su hija y los visitantes aguardaban temerosos al interior.

La historia continua con los vecinos tomando por la fuerza a la mujer del músico y a la hija del anciano violándolas por toda la noche, al amanecer el músico tomo a su mujer en los hombros para levantarla y proseguir su camino e intentar olvidar lo ocurrido, su mujer estaba fría, golpeada, inerte, no solo la habían vejado sino que lo hicieron hasta matarla… Aquel hombre tomo a su mujer desnuda la subió en su asno y sin reclamos, lamentos y lágrimas partió a su casa.

El relato bíblico ubicado en el Capítulo 19 del Libro de los jueces, termina cuando este hombre llega a casa toma un cuchillo y corto a su mujer  en doce partes, los restos de la mujer fueron enviados a cada una de las plazas de las 12 tribus de Israel con una carta que relataba lo acontecido, los habitantes de cada ciudad no daban crédito a lo sucedido entendían que acto tan vil no había ocurrido desde hace mucho tiempo… y como en aquellos tiempos hoy vemos los restos de la descomposición social en cada Estado y Ciudad de nuestro País, secuestros de normalistas a manos de propios y extraños, fosas apareciendo en distintos lugares, es común oír de muertes, asaltos, fraudes, secuestros, gobernantes que huyen de sus responsabilidades y partidos políticos a los cuales solo les interesa ganar elecciones y no garantizan la integridad de sus candidatos.

La historia termina con una invitación a reflexionar sobre lo sucedido y considerar cuales son las acciones a tomar y de ninguna manera hago una invitación al radicalismo que tan de moda esta en estos días, hablo de una concientización real de entender que antes de querer cambiar gobiernos, de mover masas o tumbar sistemas, tenemos que reconstruirnos como sociedad…. ¡Piensen en esto! ¡Considérenlo y dígannos qué hacer!…