La salud como tema general es una de las principales estrategias de bienestar para las familias por parte de un gobierno, principalmente del orden federal y estatal, ya que son estos niveles quienes concentran el aparato de atención.
Sin embargo, todos los esfuerzos se agradecen cuando se trata de anticipar una enfermedad o evitar las condiciones que la generan, así como su atención en todos los aspectos cuando ya se ha detectado.
Por eso leo con gusto que el DIF de Huamantla, lanzó un llamado a los profesionales de la salud mental y emocional para trabajar en conjunto en un tema que no parece ser tan protagonista en la agenda de salud, pero que cada vez muestra más el soslayo que sufre por parte del sistema para atenderlo de manera contundente.
De acuerdo a datos de la OMS, en México las estimaciones refieren un aumento de los trastornos de ansiedad y depresión en la población adulta en más de un 25% durante el primer año de la pandemia, y un 31 a 35% en el segundo año. Para el 2022 este número ha crecido a un 39%. Estos datos deben llamar la atención de todos los órdenes de gobierno y qué bueno que en Huamantla haya voluntad por atender esta problemática.
Ojalá que el llamado encuentre eco en los profesionales de la salud mental y emocional del Pueblo Mágico, y que se sumen a este esfuerzo que encabeza el DIF Huamantla. Más allá de intereses políticos, ver por el bienestar de las y los ciudadanos debe ser siempre la prioridad de las autoridades.
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