El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) hace un llamado a combatir el adultocentrismo, práctica que afecta los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes.
En el Día Mundial de las Madres y los Padres destaca la importancia de generar
convivencias que garanticen que las infancias y adolescencias tengan una vida
plena en igualdad de condiciones, sin discriminación y con espacios seguros para
expresarse.
El adultocentrismo es una forma de discriminación basada en la idea de que las
personas adultas son quienes tienen mayor conocimiento o experiencia,
únicamente por su edad. Con esta idea se construyen relaciones en las que se
minimiza, ignora e incluso se deshumaniza a las niñas, niños y adolescencias.
De acuerdo con los resultados más recientes de la Encuesta Nacional sobre
Discriminación (Enadis) 2022, 28.5 por ciento de la población de niñas y niños de 9 a 11 años de edad, percibió que las personas adultas nunca valoran su opinión.
Además, 14.2 por ciento de este grupo poblacional aseguró que no se respetan sus derechos, lo que implica un fuerte ejercicio de poder sobre ellas y ellos.
La encuesta también revela que una de cada cuatro personas en México cree que
se debe golpear a una niña o niño para que obedezca. Las violencias continúan
siendo un discurso justificado en el trato a este grupo etario, lo que representa una
situación violatoria de derechos.
Por lo anterior, el Conapred señala que es necesario contrarrestar las narrativas o
expresiones que descalifican las opiniones, propuestas o sentimientos de las niñas, niños y adolescentes.
Es fundamental que las madres y los padres fomenten su libertad y autonomía
según su rango de edad y conocimientos de los impactos que pueden tener sus
decisiones.
El consejo enfatiza la importancia del diálogo y escucha para asegurar la igualdad
de oportunidades. A través de pequeñas acciones que fomenten conversaciones
fundamentadas en el respeto y valoración de las opiniones, es posible transformar
situaciones de desigualdad.
Con el objetivo de superar el adultocentrismo y garantizar el respeto de los derechos de niñas, niños y adolescentes en su vida cotidiana, el Conapred recomienda fomentar espacios de convivencia libres de violencias, donde las decisiones sean
tomadas por las y los miembros de la familia, porque todas y todos somos diferentes,pero igualmente merecedores de derechos humanos.