En mi experiencia laboral durante todos estos años en GISA Consultores, como Bióloga y Consultora Ambiental, he tenido más llamados para permisos de derribo de árboles que para reforestaciones o equipamiento de áreas verdes, estos últimos siendo los mínimos, los argumentos de los promoventes, públicos o particulares de los proyectos suelen coincidir en que los árboles ya son muy altos, que su cobertura vegetal afecta el cableado aéreo, que las raíces están dañando las banquetas o la infraestructura del lugar, que tienen plaga, que la inversión para el mantenimiento y la limpieza por la caída de hojas, semillas y frutos es alto. Entonces. ¿El problema son los árboles, no el ser humano?
He atendido al llamado del personal de varios ayuntamientos municipales para hacer los estudios necesarios para un derribo permitido de árboles y retiro de vegetación en parques ya que se puso de moda convertirlos en plazas cívicas por que el concepto de paisaje se ha ido modificando a través del tiempo y se vienen adoptando ideas extranjeras reduciendo el paisaje a concreto, bancas y una que otra fuente danzante con aisladas jardineras de vegetación ornamental y árboles exóticos, es decir; que no pertenecen a nuestra región; donde los árboles son vistos como objetos que obstaculizan un paisaje limpio y estético, dejando en el olvido la idea tradicional de un parque, donde se lograban ver grandes organismos arbóreos forestales, ornamentales o frutales donde pequeños y grandes se refugiaban del sol y jugaban a sus alrededores.
He visto derribar con permiso y sin él cientos de árboles de muchos años de antigüedad, uno de los actos que particularmente me afecto en la niñez fue el derribo de árboles en la Avenida Tlaxcala – Puebla, para la colocación de camellones y accesos, la cual recorría desde pequeña caminando, sintiendo todas las maravillas que brindan estos organismos vivos y disfrutando del bello paisaje. Ahora como profesional en el área ambiental, puedo asegurarles que en mis recorridos de campo desafortunadamente he logrado ver municipios enteros despoblados de árboles y amplias plazas municipales carentes de cobertura vegetal.
Se han derribado grandes ejemplares y cientos de ellos para darle lugar a muy modernas plazas comerciales y extensas oficinas de gobierno, grandes minas de explotación de material pétreo o amplias calles, avenidas, puentes y carreteras, lo que no se compensa con las reforestaciones y equipamiento de áreas verdes para mitigar el daño causado, el cual es irreversible.
Debemos hacer conciencia del daño que nos hacemos y que le hacemos al territorio Tlaxcalteca, la deforestación de nuestras áreas boscosas, la perdida de cobertura vegetal en todo el Estado es desalentador, estamos sintiendo los estragos del calentamiento global, con las grandes oleadas de calor, extensas temporadas de sequía, la migración de especies de fauna por causa de falta de hábitats, alimento y lugar de refugio, erosión y cambios drásticos de Uso de Suelo, inundaciones en zonas donde antes no sucedían ya que en lugar de cobertura vegetal es ocupado por concreto e infraestructura.
Es decir, la deforestación en el Estado y sus municipios esta siendo bastante cara ambientalmente hablando, por eso es que me gustan las intervenciones justas, en mis años de labor profesional he evitado el derribo de muchos organismos arbóreos y arbustivos, mi propuesta siempre es integrarlos al paisaje y a la arquitectura del proyecto, además de ofrecer como medida compensatoria una reforestación o equipamiento de áreas verdes tres veces mayor al derribo causado.
En la próxima entrega hablaremos de todos los servicios ambientales que brindan los árboles, la importancia de reforestar y equipar cualquier proyecto con áreas verdes.
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