Alfonso Sánchez García, alcalde del municipio de Tlaxcala, emanado de Morena, luego de cerrarle el paso en su aspiración al Senado de la República, ha llegado al extremo de esconderse para no recibir a sus allegados y la gente que le ayudó en la campaña. Usted se preguntará las razones.
Quienes están cerca del poder, dicen que Alfonso Sánchez carece de un amplio margen de maniobra dentro de su gobierno, al estar impedido políticamente para cambiar o colocar a directores, por lo que no ha podido cumplir compromisos adquiridos durante la campaña, lo que empieza a generar descontento.
Incluso, presidentes de comunidad que lo ayudaron, se han quejado debido a que les ha cerrado la puerta y se ha negado a recibirlos, él sabe que dichas visitas casi siempre son para hacer peticiones que no podrá cumplir.
Dentro del gobierno estatal existen varios grupos y la pareja de Alfonso Sánchez García y su esposa la ex diputada Marcela González, inclinaron la balanza a favor del segundo de abordo de la gobernadora Lorena Cuéllar, sin embargo, dicen sus allegados que hoy lo lamentan.
Alfonso Sánchez y Marcela González, le apostaron a una mancuerna con el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez, pensaron que lo iban a utilizar, se equivocaron; están despertando a su realidad, los usados son otros.
El “junior” no puede cumplir con sus compromisos porque a pesar de tener el nombramiento de alcalde, nomás no tiene el control para tomar decisiones, así dicen los que se mueven en su círculo social.
Resulta que es el secretario de Gobierno quien mantiene el control del municipio a través de Emilio, quien funge como secretario técnico del ayuntamiento.
Y por si eso no fuera poco, su señora esposa, es quien también decide los nombramientos de funcionarios ante la debilidad del presidente para asumir su responsabilidad y funciones de administrar el ayuntamiento. Dicen los que lo conocen, "pobre Alfonso, solo tiene el título y eso porque nadie se lo puede quitar”. Será por eso, que el municipio está de cabeza en servicios públicos y seguridad.
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