Sen. Adriana Dávila Fernández

La libertad de expresión no puede ser limitada, se supone que las prácticas intimidatorias habrían quedado en el pasado. Desde este espacio deseo que se aclaren los motivos de la detención de Martín Ruiz Rodríguez, Director del Periódico Digital E-Consulta. Este es otro hecho por el que el Gobierno de Tlaxcala debe una explicación a los ciudadanos. La especulación genera desconfianza y confusión, es urgente el esclarecimiento de este tema.

A unos meses de haber sido aprobada la Reforma Educativa, crecen los movimientos magisteriales en distintas entidades del país, para manifestar su inconformidad en puntos específicos como es la evaluación al cuerpo docente.
Al inicio del periodo vacacional, en Guerrero, algunos maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidieron bloquear la Autopista del Sol (DF-Acapulco) y causaron un verdadero caos para los miles de usuarios varados en kilométricas filas.   Después de horas de negociación, se logró disolver el plantón.  No importó el derecho de libre tránsito de los afectados. 
El 05 de abril bloquearon nuevamente esa vía y, ahí sí, la Policía Federal desalojó a los manifestantes.  Horas más tarde, los maestros irrumpieron en la Universidad Autónoma de Guerrero cuando se realizaba la toma de protesta del nuevo rector, y momentos más tarde causaron destrozos en la sede local del Partido de la Revolución Democrática.  Ahora, hasta los grupos de autodefensa se han unido a los inconformes. 
Las protestas y marchas ya también se han presentado en otros estados del país, como en Michoacán.  En Oaxaca han sido recurrentes los paros que han afectado a miles de estudiantes, y en las últimas semanas, se han presentado propuestas legislativas a nivel estatal, contrarias a la reforma constitucional en materia educativa… Y así podría comentar sobre cada una de las rebeliones magisteriales. El asunto es que en el fondo de los hechos, lo que se pretende es presionar para modificar la ley y aceptar la excepción a la norma en beneficio de unos y en detrimento de la calidad educativa y de los alumnos.
El tema no es sencillo.  Nadie pone en duda el derecho a la manifestación de los maestros, porque está consagrado en nuestra Constitución Política.  El punto es dilucidar si tienen derecho a afectar a terceros, en este caso los estudiantes.  Reitero, el tema no es de fácil solución.  En nuestra joven democracia, para llegar a un acuerdo se requiere, más que argumentación jurídica, voluntad política para encontrar soluciones que beneficien a la  mayoría.
Es oportuno recordar que, a la luz de la prueba Enlace de la Secretaría de Educación Pública, el 90% de los alumnos de educación básica y el 80% de los de secundaria, presentan deficiencias de conocimiento en español y matemáticas.  Esto significa que los educandos no cuentan con las habilidades necesarias para escribir y desarrollar correctamente conceptos; leer, entender y procesar textos ni resolver problemas aritméticos básicos.
En días pasados, el Secretario de Educación reconoció que en algunas entidades federativas se cumple con poco más de 100 días de clase de los 200 que marca el calendario.  ¿Es justo condenar el futuro de la niñez que debe educarse en aulas públicas?  Me parece que no.
Son muchos y muy variados los requerimientos escolares a los que hay que poner atención, como se señaló en el sexenio anterior, entre los que se encuentra la necesidad de reacondicionar los salones de clase (pizarrones, borradores, libros, sillas, mesas, computadoras…), arreglar los desperfectos de los baños, o contar con espacios para la realización de la educación física, entre otras.  El Gobierno Federal tiene la obligación de establecer una política educativa que permita elevar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje.  El paso inicial es contar con los maestros en las aulas de clase para no afectar a los estudiantes. Sabemos que no será tarea sencilla, pero es necesaria.  
Las niñas y niños de México merecen una educación de excelencia, que los dote de las herramientas básicas para afrontar los retos de su vida, que les permita desarrollar sus capacidades y aprovechar sus talentos.  Necesitan maestros comprometidos con la enseñanza, dispuestos a trabajar en la siembra del conocimiento.  Los profesores tienen derecho a manifestarse para mejorar sus condiciones laborales, mas no significa que so pretexto de una demanda sindical, actúen en perjuicio del estudiantado.  No es justo que afecten a terceros.
RECUENTOS
Desde el año 2001, los trabajadores pensionados de Ferrocarriles Nacionales de México han demandado justicia en el largo proceso de extinción de esta compañía.  En el Senado de la República hemos exhortado a las Secretarías de Hacienda y Crédito Público y a la de Comunicaciones y Transportes, a revisar e investigar las posibles irregularidades que se han presentado en los descuentos de sus pensiones como jubilados y que, al momento de reclamar el pago correspondiente, no han recibido.