Dip. Vicente Morales

Lejos de que se convierta en el motor para  sacar adelante a sectores vulnerables, la educación es muchas veces un factor que ahonda las desventajas de aquellos que pese a sus talentos y capacidades no tienen una oportunidad de prepararse, si es que no se generan las condiciones de igualdad para tener acceso a ella, de ahí que resulta vital que los legisladores tomemos cartas en el asunto de una manera real y tangible.

No es justo que muchos talentos se desperdicien sólo por ser pobres, por vivir lejos de las ciudades donde están establecidos los centros de educación formal o simplemente porque se piense que es una fuga de recursos invertir en estos alumnos.

En Tlaxcala se habla mucho de la educación, pero no se está dando una  respuesta tangible a la ciudadanía más desprotegida, con el propósito de fomentar la educación hay casas de estudiantes para aquellos que vienen de comunidades apartadas, pero no tienen las condiciones mínimas para prepararse en un ambiente saludable, tanto por falta de interés de las instituciones como de los escasos recursos económicos de los propios alumnos y sus familias.

Así, los habitantes de las comunidades más alejadas de los centros de población se ven privados del derecho constitucional de la educación y no sólo por estar alejados de las instalaciones educativas, sino por la imperiosa situación de extrema pobreza en la que se encuentran.

En estos lugares también existen personas con capacidades para desarrollar sus índices de inteligencia, pero sin los estímulos adecuados no se refleja, es decir, existen estudiantes inteligentes, cuya capacidad va más allá de tener oportunidades de educación o no.

Desafortunadamente el número de profesionistas en las comunidades, así como en los municipios más alejados de la capital del estado son pocos, pues al no tener suficiente recurso económico para continuar con su educación, deciden truncar sus sueños y esperanzas de terminar una carrera universitaria.

Como ocurre en otras áreas, el sector campesino es uno de los más desprotegidos, así como los hogares de mujeres jefas de familia o madres solteras, donde la realidad rebasa su salario y al priorizar sus necesidades, la educación se queda al margen.

Por ello, para impulsar la educación en zonas marginadas de Tlaxcala, propuse a ante el pleno del Congreso que, en nuestro papel de legisladores que tienen como principal misión la de colaborar para mejorar las condiciones de vida de la sociedad y sobre todo coadyuvar para que las generaciones venideras desarrollen el potencial que tienen, el gobierno estatal inste al federal y municipal a crear un fondo común para el otorgamiento de becas económicas individuales.

La intención es que los beneficios para el impulso de la educación de alumnos destacados se otorguen a la brevedad, es decir, a partir del ciclo escolar 2012-2013.

El planteamiento que ya expuse a mis homólogos establece la aportación de recursos extraordinarios de los tres niveles de gobierno para la creación de un fondo destinado para becas de estímulo a la educación, mismas que deberán ser asignadas a alumnos destacados académicamente, principalmente de comunidades alejadas y zonas marginadas que deseen continuar con sus estudios  de nivel medio superior y superior.

Por supuesto que este tipo de apoyos deben dirigirse a alumnos que lo aprovechen y que demuestren la necesidad del mismo, como el hecho de tener un promedio mínimo de 8.5, ser parte de un hogar vulnerable (hijos de madres solteras, hijos huérfanos, discapacitados etc.), en virtud de que debe dirigirse verdaderamente a quienes lo necesitan.

Vivir en comunidades de alta  marginación o en municipios de zonas rurales, es otro requerimiento que considero indispensable, además de no ser beneficiario del programa oportunidades, someterse a un estudio socioeconómico para verificar que es susceptible de recibir el beneficio, sin dejar de lado las propuestas de los Directores de las instituciones educativas.

La inteligencia es inherente a la persona misma y para desarrollar la capacidad intelectual, se requiere de impulsar a estos talentos dotándolos de insumos, primero con alimentos y posteriormente transporte que los lleven a los centros educativos, en los que se cultiva, se transmite y genera conocimientos que son universales, por lo cual, aquellos que tenemos en nuestras manos la posibilidad de incidir en su dotación a través de un cargo de representación popular que la sociedad nos confirió, no debemos olvidar nuestra responsabilidad y hacer una apuesta por la educación de los sectores vulnerables.

*Integrante de la LX Legislatura