* Beatriz González Rodríguez
Prevención a tiempo, el combate al tabaquismo
Los discursos articulados en torno a los riesgos que enfrentamos en la sociedad actual se centran, la mayoría de las veces, en cuestiones catastróficas, sin detenerse en aquellos peligros que permanecen ocultos y que forman parte de la vida cotidiana, sobre todo, aquellos que tienen que ver con los hábitos de vida.
Mientras el combate de las adicciones se centra en el consumo de drogas como la cocaína, otro tipo de vicios no aparecen tan visibles y para los cuales se dedica un día al año para reflexionar sobre sus implicaciones.
En ese contexto, en todo el mundo cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco, donde a través de diversas actividades se resaltan los riesgos para la salud asociados a su consumo, además de promover políticas públicas que permitan reducirlo.
Sin ánimo de ser alarmistas ni asumir una actitud moralista hacia quienes optan por su consumo, la revisión de las cifras acerca de las implicaciones que trae consigo al fumar pone a pensar muchas cosas.
Por ejemplo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco actualmente mata a uno de cada 10 adultos en todo el mundo.
No obstante, el verdadero peligro no está sólo en quienes lo realizan, sino en aquellos que los rodean y que se ven implicados en el riesgo.
Datos dados a conocer este año, que pueden ser consultados por internet por aquel que desee profundizar en el tema que hoy retomo para exponer sólo las cifras que, reitero, merecen alguna reflexión, refieren que la epidemia mundial de tabaquismo mata cada año a casi 6 millones de personas.
De esta cifra, llama la atención que este dato no sólo se refiere a quienes deciden encender un cigarro, sino de aquellos que conviven con ellos, ya que de las defunciones, más de 600 mil correspondiente a no fumadores que mueren por respirar humo ajeno.
La misma OMS, expone que el tabaquismo matará a más de 8 millones de personas cada año hacia 2030, si es que el panorama continúa como hasta ahora.
Ahora bien, de esta proyección, se precisa que más del 80% de esas muertes que pueden evitarse, corresponderán a personas que viven en países de ingresos bajos y medianos, situación por demás preocupante, en virtud de que como muchos problemas se concentra precisamente en quienes tienen menor recursos y enfrentan mayores problemas.
Para el caso de México, la Encuesta Nacional de Adicciones de 2011 (ENA) de 2011, reveló la existencia de 17.3 millones de fumadores activos, de esta cifra 5.2 millones son mujeres y 12 millones son hombres, es decir, casi el doble.
Asimismo, señala que se ha disparo su consumo en el sector adolescente y entre la edad de 12 y 17 años, existiendo 1.7 millones que fuman.
En este marco, surgen las acciones por el Día Mundial sin Tabaco, que este año tiene como tema central la prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio de este producto.
Las acciones ubican el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco, donde cada una de las partes debe imponer la prohibición total de cualquier forma de publicidad y patrocinio en un plazo de cinco años.
Se refiere que hay evidencia de que la prohibición de publicidad reduce el hábito de fumar y, con ello, se apoya la prevención de enfermedades relacionadas con el tabaquismo en las nuevas generaciones.
La OMS también expone que la prohibición de la publicidad es una de las medidas más eficaces para combatirlo.

Entre los objetivos de la campaña del Día Mundial sin Tabaco en 2013, aparece el alentar a los países a prohibir totalmente la publicidad, para disminuir el número de personas que consumen tabaco, o bien reducir el número de personas que tienen esta práctica.
Otra de las medidas se enfoca en impulsar actividades locales, nacionales e internacionales para contrarrestar los esfuerzos que en los últimos años han desplegado las empresas tabacaleras para hacer frente a las medidas de control del tabaco, entre ellas la prohibición de la publicidad de la que se habló anteriormente.
Como lo señalé al principio, la exposición de estos datos pretenden meramente una reflexión, ya sea para quienes gustan del consumo del tabaco en diferentes escalas o bien para aquellos que inciden la previsión o la formación de nuevas generaciones para tomar una decisión respecto a este hábito.
Lo que es un hecho, es que las implicaciones del tabaquismo ha sido motivo de atención desde el siglo pasado por sus efectos a la salud, situación que no puede negarse, por lo cual se deben tomar medidas y una de ellas es la difusión de las consecuencias que puede tener, la decisión al final está en manos de cada lector.
* Diputada integrante de la LX Legislatura local.