La tarde del pasado sábado se tiñó de luto en Playa La Mancha, cuando las traicioneras aguas del Golfo de México cobraron la vida de un jovencito originario del estado de Tlaxcala. El menor, quien disfrutaba de un periodo vacacional en compañía de su familia, fue brutalmente arrastrado por una repentina corriente marina.
Pese a la movilización de los cuerpos de rescate, sus esfuerzos por alcanzar al pequeño resultaron infructuosos. La fuerza del mar fue implacable, arrebatándole la vida en un instante.
Este desgarrador suceso no es un hecho aislado en las costas veracruzanas. La zona ha sido escenario de incidentes similares, lo que ha encendido las alarmas entre las autoridades locales. Ante esta sombría realidad, se han intensificado las labores de vigilancia y se han emitido enérgicas recomendaciones preventivas a los turistas que visitan la región.
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