Agremiados al Sindicato 7 de Mayo acusaron a su dirigente, Karina Erazo Rodríguez, de cerrar el evento por temor a las críticas luego de que su familia este inmersa en un escándalo por dedicarse presuntamente a la venta de droga y trata de personas.
Previamente se distribuyeron boletos para el evento de aniversario de la agrupación sindical. Según las denuncias, Erazo privilegió con entradas a sus allegados mientras negaba el acceso a quienes no simpatizan con su gestión.
De acuerdo con los inconformes, decenas de burócratas quedaron fuera de la celebración realizada en un espacio del recinto ferial, al no contar con el boleto, requisito indispensable para ingresar.
El gobierno del estado proporcionó elementos de la policía estatal para controlar el acceso al evento. Fuentes cercanas señalan que esta medida fue solicitada por la propia dirigente, quien mantiene una estrecha alianza con la Gobernadora Lorena Cuéllar.
La situación se pretendió controlar desde el propio gobierno, ante la situación compleja que vive al interior el 7 de mayo, debido a problemas legales que enfrenta la familia de la líder sindical. El pasado lunes, su hermano Daniel N., también agremiado al sindicato, fue detenido en su domicilio en Chiautempan durante un operativo de autoridades federales. La detención respondió a denuncias por presunto narcomenudeo y trata de personas.
Tras estos acontecimientos, un grupo opositor a la dirigencia actual ha iniciado una campaña en redes sociales exigiendo la renuncia de Karina Erazo. Los detractores llaman a la base sindical a "alzar la voz" contra la actual administración del sindicato, ante la opacidad con la que se rige la secretaria general.
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