De nueva cuenta y como ya se está haciendo costumbre, el Pueblo Mágico de los títeres y los Muéganos está de plácemes y en la boca de propios y extraños, el motivo: los 488 años de la fundación de Huamantla.
La fecha es verdaderamente significativa por varias razones; la principal, porque por primera vez una administración le da el significado y la importancia que siempre debió tener un municipio con esta historia, cultura y tradiciones.
Hoy sí, el pueblo ha visto con hechos y no sólo con simples palabras, que cada peso ahorrado se ha invertido en obras a favor de la gente, en la rehabilitación y construcción de nuevas y mejores calles, en drenajes, en techumbres de instituciones educativas; hoy existen nuevos comercios y eso -como diría el alcalde Chava Santos- es la mejor forma de festejar a Huamantla.
Los cierto es que los huamantlecos se están empezando a acostumbrar a vivir en una nueva realidad, donde existe desarrollo, armonía, paz social y sobre todo, las bases para que -en un futuro- esta tierra alcance su máximo esplendor y el lugar que le corresponde en el escenario estatal y regional.
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