En esta entrega haremos una reflexión sobre la situación que por mucho tiempo ha generado controversia y una profunda indignación, pero pocas son las acciones concluyentes para enfrentar la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual en la entidad y en el país.
El pasado 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Esto hace a partir de 1999, cuando se instauró en La Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas. A nivel mundial, México es considerado como uno de los principales países que enfrenta los efectos perniciosos de la Explotación y la Trata de Personas, es identificado además como lugar de origen, tránsito y destino de más del 80 por cierto de los casos que llegan a Estados Unidos.
¿Cuál es la dimensión del problema?, quiero iniciar señalando que existen diversos instrumentos internacionales y nacionales que constituyen un cuerpo legislativo para sancionar, prevenir y erradicar la Explotación y la Trata, entre los más importante quiero enunciar los siguientes:
relativo a la venta de Niños, la Prostitución infantil y la Utilización de
los Niños en la Pornografía.
la Violencia contra la Mujer “Belém do Pará”.
Materia de Trata de Personas y Para la Protección y Asistencia a las
Víctimas de estos Delitos
Dado que se considera una problemática transnacional que compite incluso con el tráfico de drogas y el tráfico de armas, la Trata con fines de explotación sexual y el tráfico de personas constituye en una estructura económica criminal. De acuerdo con un estudio realizado en 2016 por la Organización de las Naciones Unidas la Trata produce ganancias estimadas en más de 32 mil millones de dólares al año, según el reporte más reciente que presentó la ONU.
Ahora bien, me parece muy importante poder distinguir las modalidades o tipologías que entraña este fenómeno que vulnera sobremanera a niñas, niños y mujeres jóvenes principalmente. la Explotación sexual y la Trata de personas tiene las siguientes modalidades: Prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, Trabajo o servicios forzados, Esclavitud, Condición de servidumbre, Tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos, Explotación laboral, Mendicidad forzosa, Utilización de personas menores de dieciocho años en actividades delictivas, Adopción ilegal de persona menor de dieciocho años, Matrimonio forzoso o servil, Experimentación biomédica ilícita en seres humanos.
Como se puede observar la lista de ilícitos relacionados con el tráfico y la trata es amplia, muchas de estas prácticas se encuentran normalizadas y hasta cierto punto legitimadas y toleradas como la maternidad subrogada. Al tratarse de un tema complejo la Ley general para prevenir, sancionar y erradicar los delitos en materia de trata de personas y para la protección y asistencia a las víctimas de estos delitos, constituye un referente para lograr aproximarnos a una situación que está latente en nuestro entorno y que en la mayoría de los casos ignoramos; como sociedad no podemos negar el hecho de que existen factores que propician y toleran estas circunstancias, desde una perspectiva sociológica la pobreza extrema, la exclusión social, la discriminación, el desempleo, propician situaciones de desigualdad y vulnerabilidad sustentado por una cultura patriarcal.
Además, no debemos olvidar que existen elementos como la impunidad y la corrupción, el crimen organizado y la demanda sobre todo en materia de Trata, que a su vez fomenta toda una red en la que intervienen varios actores, iniciando por quienes intervienen para Captar y Enganchar, Transportar y Trasnferir, se encuentran también quienes Retienen, Entregan, Reciben y Alojan por medio de la fuerza o el engaño someten a menores y mujeres.
De manera muy breve se puede hablar de una serie de factores que vulneran a las personas víctimas de Tráfico o Trata, entre las más recurrentes se puede decir que las víctimas carecen de autonomía, son dependientes (enamoramiento) del tratante, presentan adicciones y les hacen creer que ellas deciden. En la mayoría de los casos de las mujeres víctimas, no se reconocen o no salen de la sujeción porque los tratantes son las únicas personas a las que pueden recurrir ya que sus demás vínculos y redes de apoyo han sido desmantelados con el objetivo de mantener la dependencia emocional y afectiva además de económica para consumar la explotación.
Sin duda estas líneas son insuficientes para abordar en toda su complejidad el fenómeno, es intención reconocer y abrir una reflexión para generar la inquietud entre nuestros lectores colocando la atención en quienes ofrecen y demandan, es decir en los prostituyentes potenciales que tienen normalizado el hecho de poseer el cuerpo de las mujeres, hombres que se sienten con el derecho de prostituir mujeres y normalizar la violencia de género en una de sus formas más extremas, además de no perder de vista el enorme reto de transformar masculinidades hegemónicas y violentas.
Antes de cerrar estas líneas hay que recordar que el 13 de septiembre se cumplieron dos años de la Desaparición de Daniela Muñoz, es reprobable que su familia aun no tenga respuestas y apoyo de las autoridades competentes para conocer sobre el paradero de una joven maestra que se encuentra desaparecida. Hagamos un llamado para que quienes estén involucrados respondan por sus actos y alzar la voz por las que no están y por las que nos faltan.
