En temporada invernal y bajas temperatura, se recomienda a la población evitar automedicarse ante cuadros agudos febriles o malestares que dan dolor de cabeza, ya que la toma indiscriminada de antibióticos o fármacos para combatir los síntomas (analgésicos, antiinflamatorios o antipiréticos) puede enmascarar las enfermedades severas, informó la doctora Lisset Romero Gaytán, coordinadora de Gestión Médica, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.
Detalló que en la actualidad, existe un gran número de enfermedades respiratorias, así como variantes de la COVID-19, por lo que resulta imperativo revisar los síntomas de cada paciente, para prescribir y ajustar los tratamientos de acuerdo con la edad, estado de salud, alergias o incluso si una mujer está en alguna etapa de gestación.
“Se invita a la población que ante síntomas típicos de la gripe como congestión y goteo nasal, tos, estornudo, dolor de cabeza o muscular y cansancio, el paciente evite la automedicación y acuda a consulta para recibir el diagnóstico y tratamiento oportuno”, puntualizó la especialista.
La importancia de acudir a un profesional de la salud, es que esta persona está capacitada para determinar si se trata de una infección viral, bacteriana o de otro tipo, y para orientar sobre la forma correcta de tomar el tratamiento, las dosis y la duración, lo cual depende en gran medida de las características clínicas de cada paciente.
Respecto a los antibióticos, explicó que estos tienen como principal objetivo, inducir la muerte o detener el crecimiento de bacterias patógenas en el cuerpo humano, para ayudar a que el sistema inmune sea capaz de eliminar la totalidad de esos agentes infecciosos, por ello es importante no automedicarse ni atender las recomendaciones de quienes no sean personal de salud.
El mal uso de los antibióticos está generando infecciones intrahospitalarias por bacterias multirresistentes (germen resistente a diversos antibióticos), lo cual impacta en el tiempo de internamiento y tratamiento del paciente y en algunos casos, su tiempo de recuperación.
“Es fundamental seguir el tratamiento prescrito por el médico tratante al pie de la letra y tomarlo en el periodo indicado, pues a veces el paciente, al sentirse bien, lo suspende y esto puede arriesgar la eficiencia del tratamiento, provocando recaídas o complicaciones de la enfermedad”, precisó la coordinadora.
Los cambios bruscos de temperatura a los que se somete una persona cuando pasa de un ambiente frío a caluroso o viceversa, vuelven más susceptibles a las personas y pueden predisponer a desarrollar enfermedades respiratorias.
Recomendó a toda la población, especialmente a personas con diabetes o algún tipo de enfermedad crónica que son más susceptibles al contagio, seguir medidas generales como: utilizar varias capas de ropa abrigadora; cubrir cabeza, nariz, boca y manos.
“Debemos reforzar las medidas preventivas que todos conocemos: el uso correcto de cubrebocas, no tocarse ojos, boca o nariz; lavado y desinfección frecuente de manos, tos o estornudo en el ángulo interno del codo, la sana distancia, evitar lugares concurrido o reuniones y ventilar las habitaciones; extremar medidas particularmente al usar el transporte público”, reafirmó la especialista.
Es importante tomar abundantes líquidos y, de ser posible, evitar que niños y adultos mayores realicen actividades al aire libre durante la mañana temprana o la noche, que son los momentos con un frío más extremo.
“Las acciones o medidas básicas de prevención deben seguirse en todo momento, por nuestra salud, la de nuestra familia y la de los demás. Seamos solidarios”, finalizó Romero Gaytán.
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