El sueño americano para miles de tlaxcaltecas que se fueron con el propósito de ganar dólares, como trabajadores “ilegales” en Estados Unidos de América y mejorar la calidad de vida de sus familias, parece cada día más difícil debido a la estricta política de migración.
De 2018 a 2024 fueron deportados ocho mil 143 tlaxcaltecas, alrededor del 78 por ciento hombres y 22 por ciento mujeres, en la primera administración del ahora Presidente Donald Trump y en el gobierno de Joe Biden.
La deportación de los paisanos se debió a su estadía ilegal, o bien cometieron un delito o violaron las leyes de Estados Unidos.
Las principales casos de detención y deportación se deben a que desobedecieron las leyes de inmigración, no cumplieron con los permisos o condiciones para estar en el país y fueron buscados por inmigración.
La estricta política migratoria generó que miles de tlaxcaltecas vieran truncados sus sueños de mejorar la calidad de vida de sus familias y regresaron a su realidad en el estado, donde la violencia, la inseguridad y el desempleo, siguen vigentes con mayor fortaleza.
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob), los paisanos deportados son originarios de Tlaxcala, Zacatelco, Huamantla, Apizaco, Tlaxco, Ixtacuixtla, Chiautempan y Hueyotlipan, principalmente, el resto del estado muestra una migración menor.
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