Atrás quedó el tema de la pandemia, ese monstruo invisible que redefinió nuestras prioridades en el plano global, pero también en lo local.
Ahora, con una nueva presidenta de la República y gobiernos locales que ya superaron los simbólicos 100 días de gestión, las expectativas en todos los aspectos están por las nubes.
Pero sin duda uno de los grandes pendientes es la seguridad. Y es que después de sobrevivir a un virus global, lo que los ciudadanos más anhelan es sentirse seguros en sus hogares, en las calles y en sus sitios de trabajo.
Y ya hay visos del interés de algunas autoridades municipales por atender este rubro.
En Huamantla, por ejemplo, el presidente municipal, Salvador Santos Cedillo, no ha perdido el tiempo y en los primeros meses de su gobierno entregó nuevas patrullas y uniformes a sus policías. Además, propició la homologación de salarios y seguros de vida para los elementos. Su mensaje ha sido reiterativo: proteger a quienes protegen.
En la capital tlaxcalteca, el alcalde Alfonso Sánchez García ha apostado por la capacitación y evaluación de los cuerpos de seguridad, con la intención de formar profesionales éticamente comprometidos que brinden mejores resultados en materia de seguridad.
Otro municipio que ha dado muestras de interés por la Seguridad es el de Totolac, cuyo alcalde, Benjamín Atonal Conde, entregó patrullas y equipamiento táctico a sus policías. Este es un esfuerzo que se nota y que busca dar respuesta a esta gran necesidad.
A simple vista, parece que los compromisos están en marcha y muy seguramente veremos a otros presidentes municipales actuar en este rubro. Pero, ¿son estos esfuerzos un cambio real o solo un parpadeo mediático?
Ojalá sea lo primero. La verdadera prueba de fuego estará en las calles donde se espera una real disminución de delitos y un incremento en la confianza que la gente deposita en sus autoridades.
Te podría interesar...