Hace años, tal vez, 2006, 2007, no recuerdo exactamente, tuve la fortuna de impartir conferencias para el manejo de la inteligencia emocional en los emprendedores en formación tanto para el Instituto Politécnico Nacional como para el Instituto Tecnológico de Apizaco. Recuerdo que iniciaba preguntándoles quiénes se habían enamorado en algún momento de su vida…..alrededor del 80% de los asistentes levantaba su mano. Posteriormente les preguntaba quiénes se encontraban enamorados en ese momento……la cantidad de manos levantadas disminuía…era ahora como el 30% de los participantes. El punto es que los asistentes se preguntaban por qué en un tema de desarrollo de competencias para el emprendimiento yo me enfocaba en el enamoramiento. La respuesta es la siguiente: quien va a poner un negocio necesita enamorarse del mismo o de su producto o servicio para garantizar el éxito.
Solamente quien ha sentido esa descarga de emociones, sabe a lo que me refiero.
Ahora bien, el enamoramiento lleva una explicación neurofisiológica.
La etapa del amor denominado romántico conlleva una concentración elevada de dopamina, el cual es un neurotransmisor responsable del aumento de energía y motivación constante, hacia la persona elegida. Las hormonas, por su parte, son responsables del deseo físico, y la oxitocina, es la que mantiene unida a la pareja, es decir, interviene en la conducta de apego.
Quien ha encontrado una pasión en su vida, entiéndase, un negocio, una carrera profesional y el ejercicio de la misma o un hobbie, garantiza la producción de dopamina en sí mismo, y tiende entonces a manifestar a lo largo de su vida, niveles mayores de felicidad.
Al finalizar mi conferencia les dejaba de tarea a los participantes, que se enamoraran, sin embargo, ya habían comprendido la importancia de poner en su negocio la misma pasión que ya habían sentido o que estaban sintiendo en ese momento por alguna persona. Ahora era el momento de colocar esas emociones en su proyecto, en su negocio a emprender, o más bien, escoger algo que les despertara esa emoción y ese deseo de estar ahí, todos los días, pese a la adversidad.
Retomo todo esto, porque para muchas personas, la situación actual, me refiero a la pandemia y el confinamiento, están resultando muy complicadas, sin mencionar quienes se encuentran en proceso de duelo, cuyo tema abordaré posteriormente.
Así que, ¿porque no regresar a ese hobbie que tanto le apasionó en algún momento de su vida?, o retomar un estudio que le emocionaba tanto y dejó pendiente? Y si no ha ubicado su pasión, tal vez sea el momento de encontrarla y ejercerla; o por descabellado que se escuche… ¡enamórense otra vez! La producción de dopamina favorecerá su resiliencia y resistencia a la adversidad, que tanto se necesita en estos momentos.
Psic. Cristina Figueroa Quirino
Directora General de Psicología Clínica Integral
24646 91878
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