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Tauromaquia y la posmodernidad (segunda parte) por Brenda Rosario Peña Vieyra

Desde la Sociología por Brenda Rosario Peña Vieyra
Dom. 21 de feb., 2021. 11:39 AM
Brenda Rosario Peña Vieyra
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Tauromaquia y la posmodernidad (segunda parte) por Brenda Rosario Peña Vieyra

Dentro del ser y la pertenencia de la tauromaquia como un movimiento artístico, como muchas otras, que van vinculadas con prácticas, rituales, así como tradiciones que vienen desde las antiguas sociedades, donde todo este tipo de actos litúrgicas, ha sido de carácter espiritual, y con el paso de la historia, fue tomando forma universal, y con una diversidad de expresiones.

La corrida, no solo viene desde su origen o desde su propio ambiente, no se queda encerrada en ello, sino que se muestra al mundo como parte de una cultura que va identificando a los protagonistas y la va representando; la tauromaquia se fue convirtiendo no solo en una cultura de clases nobles o altas, sino una cultura de masas, y con esto también una cultura de todos los tiempos, puesto que desde la llamada colonización ha existido hace aproximadamente casi 500 años, sigue vigente y sigue siendo un tema que se discute hasta la actualidad, es un vestigio y legado que va pasando en generaciones.

 Por otra parte, el toro de lidia ha ido evolucionando junto con la tauromaquia, al toro cada cultura lo tomó como un símbolo, con caracteres específicos, aparte de las representaciones artísticas, simbólicas tenemos también las religiosas.

Ahora bien, la tauromaquia se enfrenta a la posmodernidad por ser un arte, mientras el torero va más allá de una técnica, es un artista en conjunto al toro de lidia, donde se encuentra un importante ritual entre el eros y el thanatos, es un arte erótico; con el paso del tiempo el toro y el hombre como ya lo he mencionado son parte de una evolución, donde esta sigue dando de qué hablar, sigue dando enormes obras dentro de las bellas artes.

Actualmente se ha colocado en un punto muy importante dentro de los fenómenos sociales, que va usando el lenguaje y define el momento actual, esta ha ido pasando sobre lo sólido y lo liquido, ya que ha tenido que pasar por un proceso  de formación que le dio un lugar dentro de la sociedad pero, asimismo, esta se ha ido diluyendo en etapas que le afectan por su propio manejo interno, donde existen desde los desvíos de recursos, desigualdades, corrupciones, entre otros; así también por procesos de dictaduras que le han provocado crisis.

La tauromaquia ha tenido distintos procesos históricos que le dieron una estructura, como lo son las épocas de bronce, oro y plata, que simbólicamente significan que su esencia es un tipo de materia prima, dentro de la lógica, que para unos es un sacrificio con muchos simbolismos.

En la plaza converge una escala de estratificación social, donde se representa un arte con distintos significados, tenemos un legado cultural que se va adaptando, hasta se ha ido readaptando y transformando; la tauromaquia  puede ser liquida ya que se filtra  en toda una corriente de cuestionamientos, además de inquietudes con interrogantes a un gran sector, los niños y los jóvenes son un punto importante dentro de la tauromaquia, ya que gracias a ellos seguirá vigente a pesar de la posmodernidad.

La posmodernidad intenta seguir adelante, para así desaparecer esta cultura arraigada por siglos, pero no cuenta con que existe una variada flexibilidad, con esta se da una dualidad de llevar sus representaciones y un lenguaje posmoderno; en la actualidad, gracias a la posmodernidad, existen un gran rechazo social hacia los toreros, colocándolos en el centro de la discusión y el rechazo absoluto.

Dentro de esta cultura existe la palabra “afición”, a esto nos referimos a quienes buscan hacer comunidad o hacer un colectivo, donde también existe un sistema de organización; la afición busca el unir esfuerzos, para dar integridad al espectáculo taurino, además de proporcionar una identidad como grupo taurino o aficionados taurinos.

Dentro de esta expresión socio-cultural tenemos que es un grupo social determinado, donde nos solo entra en cuestión el ritual y los símbolos de ésta, sino también se juega un papel importante ya que entra la economía, política, arte, trabajo, medios de comunicación, ecología, etc.

En resumen, la tauromaquia crea una identidad, pertenencia, fuentes de trabajo, creación artística, modo de vida y un lenguaje propio.

Actualmente vivimos en una etapa donde todo se pone a debate, en conflicto y muchas veces se dan ataques directos, donde se cuestiona todo, se cuestionan culturas y entre ellas la permanencia a la tauromaquia, donde los señalamientos se orientan a la descalificación, pero los cuestionamientos no van al fondo y se quedan en la forma. La calificación se reduce a los parámetros de bueno o malo, en la fiesta de los toros, existen aspectos emocionales, que van vinculados con la creación del arte.

El querer prohibir cualquier tipo de expresión cultural, tenemos la libertad elegir nuestra propia cultura o de identificarnos con cierto grupo social.

Para Bauman, la cultura posmoderna, ha perdido el amor a la verdad. Se critica a la tauromaquia porque se cree inadecuada a los valores y a la supuesta ética de la evolución humana, que resulta bastante cuestionable desde la perspectiva planteada en el presente trabajo.

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