Las restricciones a las reuniones y el miedo a los contagios también le pasan factura a los panaderos que cada año apuestan a las Roscas de Reyes como una de las temporadas más altas de venta.
María se ha dedicado por más de 20 años a la venta de pan en diversas modalidades y señala que este ha sido uno de los años con peores perspectivas.
"Tengo clientes de muchos años y a estas alturas siempre tengo ya pedidos hechos para surtir de roscas, pero ahora ni la mitad ha pedido y quienes lo han hecho optan por lo más pequeño, ya que no pueden reunirse muchos para la partida de la rosca".
Para ella, sin duda, la pamdemia por Covid-19 ha provocado esto y prevé que solamente sacará lo necesario para sobrevivir y sus ganancias serán mínimas.
Como muchos otros ha optado por vender a través de Internet, pero ni así ha logrado repuntar los pedidos.
Otro factor es que en estas fechas muchos particulares han ofrecido sus roscas de Reyes, por lo que los industriales de la panificación han tenido que reinventar este pan tradicional.
La economía se ha visto afectada por la pandemia que azota a la humanidad, siendo esta de segunda ola de contagios, por lo que muchas personas podrían prescindir de la compra de la tradicional Rosca de Reyes, debido a los efectos negativos que tendria la pandemia en su economía, lo que no pinta bien para los artesanos de la masa.
Nada mas el año pasado la venta de rosca de Reyes representó una derrama de 5 millones de pesos, solo para el municipio de Totolac, municipio reconocido por la elaboración de pan de fiesta y en estas fechas por la elaboración de las tradicionales roscas de Reyes.
La Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) calculó que en 2018 se tuvo un derrama economica de dos mil 250 millones de pesos que beneficiaron a 7 mil 906 panaderías, pastelerías, repostería y expendios de pan, según el diario de Finanzas, en donde ya se preveía una disminución de las ventas de este pan tradicional, lo que da una idea de la importancia de venta de este pan tradicional.
Ya el año pasado la Canainpa esperaba una disminución del 20 por ciento en la derrama económica generada por la venta de rosca de Reyes, esto debido a la situación de incertidumbre que se comenzaba a vivir por la pandemia que aún no se había declarado pero que ya se escuchaba de su inminente llegada.
Para este año los números son aún más inciertos, pues la economía mundial se ha visto golpeada ahora por segunda vez, pues varios países han tenido rebrotes, pues cabe recordar que la rosca de Reyes no es exclusiva de México y que se consume en diversos países, teniendo su origen en las saturnales Romanas, época en que la rosca era un pan que llevaba higos, dátiles y miel.
Para el siglo III, se comenzó la tradición de poner dentro un haba seca, el afortunado que encontrara el haba se declaraba rey por un corto tiempo, posteriormente fue introducida en Mexico, se cree que como una manera de contribuir a la evangelización, siendo asi que la religión católica la tomó para celebrar la llegada de los tres Reyes Magos y se dice que el niño que se esconde actualmente en la rosca representa al niño Dios, cuando tuvo que ser ocultado del Rey Herodes.
En México la elaboración de la rosca de Reyes tiene una decoración emblemática, tradicionalmente se le agrega higo y acitrón, por desgracia la biznaga de dulce, un tipo de cactus, que representa la materia prima para la elaboración del acitrón, fue declarado en peligro de extinción, por lo que se han buscado alternativas par la decoracion, dando pie al desarrollo de materias a base de nopal, jícama y betabel.
La tradición mexicana dicta que quien o quienes encuentran al niño, son los encargados de dar tamales y atole el día dos de febrero, Día de la Candelaria.
Te podría interesar...