Ni un mes tienen en el cargo y los diputados locales, donde priva la mayoría de Morena y sus aliados, dejaron ver en la ceremonia del 15 de septiembre su lado clasista más rancio y discriminatorio, al reservar solo para diputados el espacio central del patio vitral del Congreso junto a sus allegados y el acceso fue cerrado para el resto de los trabajadores de este poder.
Apenas el 2 de septiembre la semana pasada el presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política (JCCP), el morenista Rubén Terán había afirmado que "cada diputado llegue a este poder Legislativo por sus propios medios que no haya diputados a, b y c, todos somos pares", sin embargo, su discurso quedó en el suelo este miércoles cuando su mismo secretario técnico le dijo al diputado Fabricio Mena que estorbaba el paso de la bandera y fue hecho a un lado de los diputados colocados en primera fila.
De manera paradójica, los diputados hicieron realidad, aunque de manera inversa, las categorías usadas como parte del discurso de la 4T en Tlaxcala y dividieron entre quienes, por ocupar un puesto de legislador, que por cierto es pasajero, ahora se asumen como "fifis" y dejaron de lado al pueblo que ahora no puede ni siquiera estar cerca de ellos.
Y es que en la ceremonia por la Independencia no se permitió más que a los legisladores, sus colaboradores y algunos allegados, estar en el patio vitral, mientras que el resto de trabajadores tuvieron prohibido el acceso, haciendo una clara distinción no sólo de categorías entre el personal, sino entre trabajadores y diputados levantando así un nuevo muro que se suma al de concreto que ellos prometieron derribar.
Aunque esta división se argumentó por la pandemia, fue evidente que sólo quienes fueron seleccionados pudieron estar con los legisladores, situación que pone en entredicho la credibilidad de los diputados y de quien se asume como presidente de la JCCP.
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