Los cubrebocas representan hoy por hoy un doble foco de contaminación de no ser desechados correctamente, ya que por un lado estos pueden portar al virus Sars-Cov-2, mientras que por otro lado son un desecho sólido el cual aún no tiene un proceso específico que ayude a su reciclado.
agendatlaxcala constató que en diversos lugares de la entidad pueden observarse tirados en plena calle o hasta en los caminos de terracería más solitarios que cruzan los campos de siembra o en los mismos terrenos de siembra.
Por ello, la utilización de este insumo que se ha vuelto cotidiano en la llamada nueva realidad, debe ser desechado de manera adecuada para evitar riesgos de contagio que precisamente intenta prevenir, ya que un cubrebocas utilizado por una persona contagiada de Covid puede ser un vehículo para la transmisión del virus.
Se estima que un cubrebocas pesa entre 30 y 159 gramos de dependiendo del material del que este hecho, por lo que una persona que labora cinco días por semana puede desechar hasta un kilo de cubrebocas, más los 14 kilogramos diarios que normalmente genera en promedio una persona, esto según datos de Forbes.
La Universidad Nacional Autonoma de México (UNAM) recomienda cortar los cubrebocas y depositarlos en una bolsa de plástico, aunque esto no acaba con el problema de los derechos sólidos si ataca el hecho de que ese cubrebocas sea un foco de infección del virus Sars-Cov-2.
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