La torre el ex convento de San Francisco ha cambiado radicalmente su imagen y ahora luce en blanco y amarillo, lo cual ha desatado una ola de críticas que obligó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a que saliera a explicar y defender el proceso de restauración que se efectúa.
El descontento por el cambio de imagen de un elemento que se considera parte del sello de Tlaxcala, llevó incluso que se lanzara una iniciativa a través de la plataforma change.org para que los trabajos se detuvieran.
Ante el descontento que ha comenzado a crecer, el Arquitecto perito del INAH, Gelvin Xochitemo Cervantes defendió que el color amarillo colocado en la linternilla o parte superior de la torre, son colores que corresponden al grupo del conjunto del convento.
Este tono de color, dijo también ha sido encontrado en vestigios de recubrimientos antiguos del lugar, estimando así, que el color amarillo lo utilizaron originalmente para la construcción en honor a San Francisco.
Asimismo, explicó que el color blanco en realidad es un impermeabilizante hecho a base de cal, alumbre y jabón, por lo que aseguró que nunca fue alterada la autenticidad histórica de la torre.
De igual forma, explicó que los trabajos de restauración de la torre, han sido necesarios luego de las afectaciones que sufrió el lugar tanto por los sismos de septiembre del 2017, así como por el paso del tiempo, y la erosión.
Además de que las principales afectaciones fueron ubicadas en la parte superior en la linternilla de la torre, donde hubo que remover la microflora y resanar el agrietamiento provocado desde los sismos antes mencionados.
Finalmente señaló que para la restauración se destinó un presupuesto de 500 mil pesos, como parte de un proyecto 2018-2020, de un total de 11 millones 12 mil 47 pesos para el complejo conventual.
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