Con la pandemia Elizabeth, originaria de Ixtacuixtla se quedó sin empleo y tuvo que cerrar el local donde vendía por la baja en las ventas y ahora se dedica a las labores del hogar ante la imposibilidad de encontrar una nueva fuente de ingresos.
Ella sin saberlo forma parte de la estadística que señala que la participación femenina en el sector productivo en México, retrocedió una década, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
Ahora Elizabeth se dedica a las tareas del hogar y su labor se ha volcado en atender a sus dos hijas quienes cursan primaria y secundaria, mientras intenta vender cosméticos por Internet.
Según datos de la misma Cepal la tasa de ocupación de las mujeres cayó 14.5 por ciento, mientras que en el caso de los hombres fue de 6.5 por ciento, lo que evidencia las desigualdades entre los géneros.
Entre los factores que impactan en la inclusión laboral de las mujeres se encuentra el trabajo en casa, el cual varias veces no es remunerado, pero en el que muchas veces las féminas dedican más tiempo que los hombres.
Esta situación se agudizó aún más con la llegada de la pandemia, pues de las 19.5 horas que invertían en promedio a la semana las mujeres en el trabajo de casa durante el año 2019, para el año pasado este tiempo aumento a 25.7 horas.
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