Desde hace 40 años Don Silvestre se dedica a la elaboración de pan, esta temporada solía ser una de las de mayor actividad y su hogar se llenaba de clientes que acudían para elaborar las tradicionales hojaldras y lisos utilizados en las ofrendas de la próxima temporada de Día de Muertos.
La situación económica aunado a la pérdida de la tradición de realizar de manera artesanal el tradicional Pan de Muerto, son las razones por las cuales atribuye que esta situación haya cambiado y que ahora esta actividad se haya reducido.
De hecho señala que al igual que otros tahoneros de la región sur de la entidad con quien ha intercambiado opiniones de esta situación, la elaboración de pan por encargo en estas fechas se ha reducido prácticamente a la mitad.
“La gente prefiere ahorrar, la pandemia provocó que el año pasado hubiera gente que prefería no salir de sus hogares para hacer su pan, pero este año hay mucho más movilidad y aún así no se reactivó como en otros años, muchos ya prefieren comprar por pieza y no hacer arrobas completas como era la costumbre”, comentó.
Incluso, indicó que hay muchos casos en los cuales quienes acudían a realizar su pan cada año, fueron víctimas mortales del virus en el transcurso del último año.
Indicó que aún así hay gen sobre todo los de mayor edad, que conservan el gusto y la tradición no sólo de pedir su pan, sino de acudir a participar en la elaboración de las hojaldres y lisos que colocarán en sus ofrendas.
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