El presunto abandono por parte de un “pollero” de al menos 50 migrantes desató una movilización de elementos de la policía municipal y el Instituto Nacional de Migración (INM) para asegurar a los centroamericanos que fueron trasladados a un albergue.
Tras una denuncia anónima se ubicó a los migrantes que intentaron evitar a las autoridades buscando escapar por terrenos de labor e incluso algunos buscaron refugiarse en domicilios.
Tras la movilización, los centroamericanos fueron valorados por personal médico y algunos de ellos presentaron deshidratación y descompensación, posteriormente fueron trasladados a un albergue para ser atendidos e iniciar los trámites para su repatriación.
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