El Partido del Trabajo (PT) ha comenzado a ser un partido donde se albergan las dinastías familiares y en su interior parece ser cada vez más recurrente esta práctica, cuyas expresiones será posible ver en las elecciones de junio próximo dentro de este instituto político en por lo menos 4 familias.
Por definición, dinastía es el nombre otorgado a la acción de heredar un poder social o político, se menciona como dinastía al grupo familiar que se dedicó a una misma función social de generación en generación.
En ese sentido, en el PT existen sonados casos como el de los Covarrubias en Texoloc, los Pluma en Tlaltelulco, los Orea en Zacatelco, sin faltar los Garay en la dirigencia estatal.
En Texoloc la familia Covarrubias ha traspasado el gobierno municipal, ya que tras ser alcalde Miguel Ángel Covarrubias, su madre Maribel Cervantes asumió este cargo y ahora su hermano Arturo Covrrubias busca continuar en la presidencia municipal.
En Tlaltelulco, la familia Pluma pretende heredar el poder y consolidar su dinastía en la administración municipal por un nuevo periódo de gobierno, ya que la diputada local María Felix Pluma Flores concretó su salida de la curul para postularse a la presidencia municipal de esa demarcación.
En Zacatelco, el alcalde Tomás Orea busca desde esa posición impulsar a su hija en la candidatura para la diputación local, cargo que él mismo desempeñó antes de llegar a la alcaldía.
En el caso del diputado federal Silvano Garay, dirigente del PT en Tlaxcala, además de que logró colocar a su hija Irma Jordana Garay como actual diputada, cargo que él desempeñó previamente, en agosto del año pasado fue ratificado al frente del partido a nivel local y su descendiente es la coordinadora estatal.
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