A lo largo de tres años los diputados locales de Tlaxcala se han autoasignado más de mil 300 millones que no están contemplados en la ley como parte de sus funciones, cifra que representa casi dos veces más que el uso de recursos de manera irregular en dos legislaturas federales.
Y es que de acuerdo a una investigación del diario español El País citado por Proceso, la 62 y 63 legislaturas a nivel federal, comprendidas del 1 de septiembre de 2012 al 31 de agosto de 2015 y del 1 de septiembre de 2015 al 31 de agosto de 2018, desviaron 506 millones de pesos a través de más de un centenar de empresas fantasmas.
Los supuestos servicios fantasmas prestados a la Cámara baja del Congreso de la Unión iban desde asesorías para elaborar iniciativas de ley hasta la compra de artículos de oficina y enciclopedias, de acuerdo a esta investigación.
En Tlaxcala, los fondos que desde 2019 se han autoasignado los diputados a través de distintos nombres suman mayores recursos en el lapso de sólo tres años, la mitad de tiempo que el periodo de las dos legislaturas federales que fueron de 6 años.
A través de los citados fondos que han sido utilizados por cada diputado en sus respectivos distritos para fertilizante, ganado, obras públicas y calentadores, por mencionar algunos rubros, se han documentado una serie de anomalías en la ejecución de los recursos.
Por ejemplo, el 22 de septiembre de 2019 el diputado Miguel Ángel Covarrubias entregó junto a su madre la alcaldesa de Texoloc, ganado a productores del lugar de manera gratuita con recurso del fondo que se autoasignaron los diputados, sin embargo, dos semanas después los beneficiarios reportaron que se trataba de ganado de desecho que venía enfermo y ya era viejo, lo que incluso provocó contagios en los animales sanos que tenían y al final terminaron tirados en barrancas.
En este caso se documentó que el ganado sería adquirido a través de la empresa Aspergro, que sería creada en marzo de ese año por quien fue el tesorero de Miguel Ángel Covarrubias cuando fue alcalde de Texoloc.
Más aún, en el caso de las obras públicas beneficiadas por los diputados, también ha sido documentado que han asignado recursos para acciones improcedentes, al grado en que los mismos alcaldes han reintegrado recursos y en otros han solicitado la reasignación de los mismos.
Por citar un ejemplo, en octubre del año pasado el alcalde de Huamantla, Jorge Sanches Jasso reintegró, a través de la Secretaría de Planeación y Finanzas del poder Ejecutivo, 145 mil pesos de recursos asignados a través del fondo para tres obras, en virtud de que fueron destinados a una obra fantasma y otras dos más estaban fuera de la norma.
Incluso, este fondo que se han autoasignado los diputados ha sido llamado comúnmente como "fondo moches", debido a que los mismos alcaldes se quejaron que de los recursos asignados, los diputados les pedían el 30 % de los mismos.
También ha sido reiterado el señalamiento de que los actuales diputados han usado estos fondo para promocionar su imagen con fines de posicionamiento electoral, sobre todo quienes buscan reelegirse o bien buscan otro puesto de elección popular y ya han sido presentados recursos contra algunos de ellos ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).
Tan sólo en este año, los recursos del fondo son mayores que los asignados al combate de Covid-19, ya que los legisladores se asignaron 450 millones y para atender acciones de la pandemia destinaron 443 millones.
Cabe precisar que en 2019 los recursos del fondo ascendieron a 425 millones, en 2020 a 486 millones y en este 2021 serán 450 millones.