Intereses de magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) los han llevado a ser omisos en la aplicación de la ley, por lo que su labor resulta infructuosa.
Un claro ejemplo lo constituye el caso de la diputada local María Félix Pluma, del Partido del Trabajo (PT), quien pese a que el ITE, dictaminó aplicarle medidas cautelares para que retirara una serie de bardas donde promocionaba su imagen con el pretexto de rendir su informe, acción que hizo fuera de los tiempos legales, los magistrados se lavaron las manos en la sanción y acordaron que sea el Congreso del estado quien actúe contra la diputada.
Este hecho evidenció lo que ya se sabe en los corrillos políticos sobre el hecho de que a los magistrados les tiembla la mano en casos donde tienen intereses y por tanto resulta inútil además de incongruente la decisión de los magistrados de que sean los compañeros de la diputada los que la sancionen cuando los propios legisladores han incurrido en actos similares y otras irregularidades que no han sido sancionadas, pese a que se han anunciado con bombo y platillo ya que los mismos diputados se han protegido entre sí.
Esto propicia que actores políticos incurran de manera reiterada en actos ilegales sin ningún temor a ser sancionados por autoridades que los solapan y permiten que la ley siga siendo letra muerta a menos que se trate de ciudadanos de a pie contra quienes si se exige todo el peso de la ley.
La diputada petista por cierto aspira a que su papá, el alcalde de la Magdalena Tlaltelulco, le herede el cargo, por ello la promoción a su imagen con la pinta de bardas que fue disfrazada con un mensaje de informe legislativo.
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