La virtual nominación de Anabel Alvarado Varela como la candidata del PRI para la alcaldía capitalina ha desatado una serie de inconformidades dentro del tricolor que deja mal parada la imagen de unidad que pretenden posicionar y la intención de mantener la alcaldía que recuperaron de las manos panistas.
No lo diga en voz alta, pero el proceso por el cual se decidió que sea Anabel Alvarado la inminente candidata, sin tener un perfil competitivo, ha comenzado a ser cuestionado por las huestes del tricolor.
Trascendió que militantes inconformes expresan que la todavía titular de la Secretaría de Turismo es una apuesta segura, pero para perder la codiciada capital del estado y no están dispuestos a trabajar en una causa perdida.
Así, alertan que la sombra de la división y la ruptura que tanto ha dañado en procesos anteriores al PRI, se cierne si es que el partido y su dirigencia no escuchan a la militancia.
Peor aún, advierten de los riesgos de que de no atenderse las inconformidades, la simulación de los cuadros también pasará factura.
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