Un verdadero problema se ha desnudado en Zacatelco y ha exhibido al presidente municipal, Hildeberto Pérez Álvarez como un pésimo gobernante que pese a tener la responsabilidad de velar por los intereses ciudadanos, omite su responsabilidad y de sus policías, ya que no
solo reconoce y minimiza las omisiones de los elementos de seguridad que ponen en riesgo los derechos de los ciudadanos, sino que además se cierra a la posibilidad de investigar, siquiera para deslindar a sus policías de responsabilidad, si es que eso es posible.
Sea cierto o no la responsabilidad de los uniformados en las lesiones que dejarían paralítico a un hombre de 28 años, que tendrá que esclarecerse, el tema es que la imagen que ha comenzado a percibirse entre los zacatelquenses del gobierno de Hildeberto Pérez es desastrosa.
En el caso del herrero que se denunció que fue golpeado el fin de semana, el alcalde intentó en una entrevista desmentir los hechos manejando variaciones a las dos primeras que se hicieron circular y aseguró que las lesiones se las provocó la misma persona y que ya no se puso a disposición porque la mujer que se dijo agredida por el mismo hombre que sigue hospitalizado le otorgó el perdón, por eso lo dejaron salir, no sin antes aplicarle una cuantiosa multa.
Y aquí es donde se exhiben todas las inconsistencias y las pifias para manejar esta crisis, pues si los policías tenían ante si a un hombre herido que dicen que se lanzó a la barranca, ¿cuál fue la razón para no llevarlo a recibir atención médica?, si no podía ni caminar como se observa en los videos exhibidos.
Ahora, ¿si estaba acusado por robo porque no fue puesto a disposición del Ministerio Público? y en vez de eso es llevado a los separos, con todo y que estaba tan malherido.
¿Y el médico legisla cuando actuó para valorar al detenido y a la mujer que acusó también lesiones ante el ataque del que se dijo que fue víctima primero para ser agredida y luego para ser despojada de sus pertenencias?
Otra pregunta es por qué el asunto de la integridad de un hombre y una mujer en riesgo y los cuestionamientos al actuar de los policías de los que es el máximo jefe, han merecido el desdén del alcalde apodado "El Cachorro", asi lo demostró cuando su administración simplemente guardó silencio y no posicionó de manera pública en este asunto, ni ha emprendido acciones serias para atenderlo y esclarecerlo desde el ámbito institucional.
Este asunto se le ha salido de control y ya va más allá de la investigación a la presunta golpizada de los policías que las autoridades tendrán que indagar, sino de la violacion a los procesos establecidos para actuar en el caso de los ciudadanos que por alguna razón comenten una falta, real o no y que puede poner en riesgo la vida de los pobladores.
Este caso muestra que no hay garantías para los ciudadanos de Zacatelco que de caer en manos de los elementos sean tratados cómo lo establece la Ley, sino de acuerdo a como se les ocurre en el momento, sin que tengan consecuencias y el alcalde no tenga el mínimo compromiso de investigar los hechos, pues ciegamente les cree y dice que pone las manos al fuego por ellos, sin que muestre las razones, videos o documentos para sostener su dicho.
Ya no se trata solamente de quien miente, sino de abordar las cosas con una perspectiva de gobierno y actuando de acuerdo a la ley y no sólo a las ocurrencias e improvisaciones que le den el aplauso o descrédito, el señor ya es presidente municipal y está obligado a hacerlo porque cobra un salario por ello, porque para eso buscó el cargo no solo una vez y dijo que podía.
Eso es lo que el caso del herrero que acusó brutal golpiza ha desnudado ahora en Zacatelco, donde no ha habido un mínimo de inteligencia en su manejo.
¡Imagínese! Si así minimiza el incumplimiento de la ley en la puesta a disposición y de los detenidos y la omisión de cuidar la salud de los resguardados y, por el contrario asegura que metería las manos al fuego por los policías, sin que demuestre elementos que respalden sus afirmaciones, ¿qué les espera a los zacatelquenses en los próximos meses y años?
El alcalde exhibe en toda su grandeza su visión corta, torpe e irresponsable, por decir lo menos, de su responsabilidad como autoridad al frente del municipio y de la seguridad de los zacatelquenses.
Muy mal asesorado está y los asuntos que alguien con mínimo de visión gubernamental y experiencia hubieran resuelto de manera seria y eficaz, se le están convirtiendo en bola de nieve y eso que todavía no tiene ni dos meses en el cargo.
¡Que pena para los zacatelquenses que confiaron en él y se decían esperanzados de salir del reprobable gobierno de Tomás Orea, que con una exhibición de gandallismo y abuso se auto rentó patrullas.
Lo más penoso es que ha empezado a trascender comentarios ciudadanos que señalan que antes al menos había presencia policial y recolección de basura, de ese tamaño es la gravedad del asunto en Zacarelco donde ya algunos, dicen, que estában mejor cuando estaban peor.
Sea cierto o no la responsabilidad de los policías en las heridas del herrero, la verdad es que el tema ha ido más allá y ha desnudado completamente la incompetencia de la administración municipal en todos sus rubros y la imagen que ha comenzado a percibirse entre los zacatelquenses del gobierno de Hildeberto Pérez, es simplemente desastrosa.
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