Después de dos años de pandemia, la convocatoria en defensa de las mujeres aumentó a tal grado que en Tlaxcala se vivió un hecho histórico, este 8 de marzo se concentraron alrededor de dos mil personas, la gran mayoría de ellas mujeres, en una manifestación que concluyó en la plancha de la Plaza de la Constitución.
La manifestación inició en el Asta Bandera después de las 16:00 horas y muchas mujeres de todas las edades se sumaron, con prendas moradas, verdes, cartulinas, pancartas o pañuelos, para exigir respeto a los derechos, un alto a la violencia y un freno al acoso contra las mujeres.
Sin embargo, las cosas se salieron de control, lo que parecía una marcha pacífica y legítima se convirtió en vandalismo, cuando un grupo de encapuchadas arremetió contra las láminas que resguardaban el Palacio de Gobierno, para tirarlas y pintar con aerosol el patrimonio de los tlaxcaltecas.
Ante tal situación de violencia y vandalismo, los elementos de seguridad intervinieron, pues había niños y familias en riesgo. El saldo, un patrimonio echo trizas, vidrios rotos y paredes pintadas, además de mujeres y niños con crisis nerviosa.
La violencia contra las mujeres es un tema que se ha visibilizado en los últimos años, y la actual administración se ha comprometido a combatir, pues es uno de los ejes principales del Plan Estatal de Desarrollo (PED) y uno de los bastiones de la actual gobernadora.
Recientemente se entregó el Informe de Cumplimiento de Acciones de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra Mujeres de Tlaxcala, además se realizan actividades en el marco del Día Internacional de la Mujer, coordinadas entre los diferentes niveles de gobierno y poderes del Estado.
Dichas acciones no se habían visto en Tlaxcala, en administraciones anteriores. La voluntad para combatir la desigualdad, para acabar con la violencia y para frenar las injusticias contra las mujeres se nota con hechos concretos y estrategias definidas, pero el tiempo será el mejor juez, no una manifestación ni actos vandálicos en un recinto.
Las manifestaciones para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres son legítimas y no deben ser manchadas con actos vandálicos o bien, politizadas para descalificar al gobierno en turno. El tema de la violencia, acoso y desigualdad contra las mujeres es estructural, pero la voluntad de los gobernantes y gobernados, además del trabajo conjunto y no dividido, harán el verdadero cambio.
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