Se entiende a la comunicación como un proceso por medio del cual se trasmite información de un ente a otro, en ese proceso se crean expectativas, se modifican comportamientos, se impone una determinada visión del mundo y se acrecientan conocimientos. Recordemos, la comunicación tiene objetivos específicos para bien y mal: informar, motivar, persuadir, divertir, enajenar, manipular, entre otros.
Si centramos a la comunicación en el contexto político se convierte en algo trascendente y necesaria para quienes cumplen el rol de emisario y de receptor. Un ejemplo son las famosas “Mañaneras” del presidente nacional de México. En ellas el mandatario mantiene informada a la población, pero, además, le permite mostrar su visión del mundo. Incluso las ha convertido en su escudo ante los ataques constantes de la mayoría de los medios de comunicación privada. Le han sido tan útiles para dirigirse a sus gobernados que sus adversarios políticos (como él les llama) han tratado de eliminarlas hasta por medios jurídicos.
Aquí en el estado de Tlaxcala escribía en la pasada columna que, ante los problemas suscitados por parte de organizaciones sindicales con el gobierno del estado y que se han reflejado en movilizaciones, lo que faltaba era comunicación, es decir, informar con claridad y de frente. Diría mi padre, “al toro por los cuernos”. Al respecto, la Gobernadora, secretario de Gobierno, Oficial Mayor y director Jurídico ya informaron del porqué de su acción ejecutada y de los beneficios del nuevo sistema de salud a través de medios de comunicación públicos. Empero, ¿no sería mejor que mantuvieran una comunicación constante con la población? incluso, ¿no sería necesario que la gobernadora implementara una acción similar a “Las Mañaneras” del presidente nacional? (al fin son del mismo partido político). Aunque claro, sabemos que lo copiado nunca sale bien, pero algo parecido pudiera ser benéfico para todas las partes.
Por su lado, los líderes sindicales también quisieron informar mediante una rueda de prensa, sin embargo, al no ser ellos los protagonistas de la misma, únicamente señalaron en términos generales que se mantenían en la lucha y que nunca han tenido un acuerdo a oscuras con la gobernadora, es decir, pareció que únicamente quisieron justificarse con los integrantes del grupo denominado Frente Unido de Trabajadores en Defensa de los Derechos Laborales; olvidándose de informar acuerdos, logros, plan de lucha, decisiones o lo que corresponda.
De ahí confirmo que la información debe ser actualizada, pertinente y confiable; es decir, debe ser de acuerdo a la sociedad democrática que estamos viviendo. La información es un elemento determinante para garantizar el derecho a la información de todo ciudadano. Empero, si hay un aislamiento por parte de quienes deben informar o en su defecto dan una información impropia, escasa o nula de interés general, entonces aparecen interpretaciones, suposiciones, malos entendidos y molestias.
La información es un bien social y por consecuencia, no se debe particularizar, monopolizar, mucho menos minimizar; debe ser dirigida para todos y con la relevancia que le corresponda. Así muchos comunicadores o lideres de ocasión dejarán de lucrar, manipular o sacar ventajas en general y si persisten en ello, serán exhibidos ante la sociedad. En México y el estado tlaxcalteca existen varios ejemplos, su credibilidad a quedado entredicho.
Ahora bien, toda información llamada “oficial” debe ser honesta, con ética y sobre todo con una identidad hacia la población o afiliados según corresponda; de no ser así, esa información se convertirá en desinformación. Desgraciadamente en sexenios gubernamentales pasados la hemos tenido, incluso la manipulación informativa originó en la población gran escepticismo. Situación que los actuales gobiernos -estatal y nacional- han tenido que ir borrando con hechos. No les queda de otra si quieren recuperar la confianza y credibilidad.
En las dos últimas décadas, los medios de comunicación públicos y privados han tenido cambios radicales, ahora la información se trasmite de una manera inmediata a nivel estatal, nacional y mundial con tan solo teclear una computadora o un celular. En consecuencia, el número de receptores se ha incrementado vertiginosamente y no se diga de emisores; estos últimos con destacada ética y responsabilidad profesional que han dejado atrás a las “vacas sagradas” de la información, quienes dirigían, manipulaban y condicionaban la información de acuerdo a los intereses de dueños de grandes capitales, clase política o de los propios gobiernos. Recibiendo a cambio altas remuneraciones económicas u otro tipo de canonjías. Estos mismos se habían apropiado de la verdad absoluta.
En consecuencia, debe implementarse por parte de gobierno estatal una estrategia constante de comunicación con sus gobernados, además de una autocrítica, para no esperar que los medios privados interpreten la información y la difundan de acuerdo a su ideología o tendencias políticas. La ciudadanía requiere de información concreta, confiable y continua por parte de sus autoridades y no tan solo estatales, sino también municipales. Ya algunos municipios tienen estaciones de radio; pues que las ocupen y quienes aún no, se coordinen con el gobierno del estado. Lo importante es mantener una comunicación directa y eficaz, así se evitarían lo que ya se dijo: desinformación, rumores, comentarios, malas interpretaciones y expresiones de inconformidad (marchas, paros, bloqueos, etc.). Si no hay cosas que ocultar pues hay que comunicarlas, evitando unilateralidad, egocentrismo, vidas privadas y monólogos. Pero eso sí, pensando y actuando a favor de la colectividad o … ¿Usted qué opina?
PD. Mi más sentido pésame a mi hermano Lalo, esposo, hijos, hermanos y demás familiares, por la partida inesperada de mi sobrina Julia González Sánchez. Pido al ser omnipotente le permita paz y luz eterna. Se le extrañará.
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